Sin atajos

“Estamos en familia, de alguna manera”, comenzó diciendo Bergara, quien presentó al nuevo equipo como “la mejor de las sucesiones”. Con Astori a la cabeza de la cartera, lo seguirá como subsecretario el ex director general de Rentas, Pablo Ferreri, y en la secretaría general a Susana Díaz, fuertemente ovacionada por los funcionarios. Los salientes Bergara y Jorge Polgar asumirán la presidencia del Banco Central y la vicepresidencia del Banco República, respectivamente.

Astori, que asumió el mismo puesto por primera vez en 2005, dijo que experimenta “un sentimiento muy profundo al regresar a esta casa” y distinguió “especialmente” a Bergara y Lorenzo: “Con ellos compartí lo que considero una etapa inolvidable de mi vida”, palabras que merecieron un fuerte aplauso.

Ya focalizado en su futura gestión, sostuvo: “El Uruguay de 2015 no es el mismo de 2005. En aquel entonces iniciamos en el país un proceso de transformaciones muy importantes [...] que nos llevaron a elegir un camino que no podría tener otros puntos de partida que los que señaló el presidente [Tabaré] Vázquez en su discurso en la Asamblea General, los valores más profundos de la herencia artiguista: la libertad, la democracia, la justicia, la participación, la solidaridad y el respeto”. Para Astori, “esto es lo que no cambia a lo largo de los tiempos, pero sí va cambiando la sociedad”, por eso ayer afirmó que “más de lo mismo, no”. “Ante todo: crecimiento con inclusión, que es el que pone como condición la mejora en la calidad de vida de la gente”, sostuvo, mientras que llamó a acompañar su gestión con “paciencia estratégica”, tener “cuidado con los atajos” y “valorar cada paso que se va dando, porque ninguno es más importante que el conjunto de ellos”.

Arriesgar con cautela

“La estructura productiva del país está cambiando profundamente”, estableció Astori. Afirmó que “prestará mucha atención a los caminos”, por lo que dicha estructura será promovida priorizando ante todo su “calidad y excelencia” con lugares específicos para “el conocimiento, la innovación y el cuidado ambiental”. Dijo también que la cartera apoyará el incremento del “potencial físico” del país: la inversión en infraestructura -“transporte, comunicaciones, servicios portuarios y energía”- y el desarrollo de la capacidad humana. Afirmó que se trabajará sobre la “apertura económica, financiera, política y cultural”, teniendo en cuenta que “este país no es viable sin que la apertura sea un concepto estratégico”.

“Uruguay debe y puede ser un país de vanguardia”, afirmó, y prometió: “Más de lo mismo, no. Apoyémonos en lo logrado hasta ahora, pero arriesguemos, con la cautela debida, en asegurar las transformaciones profundas que el país está esperando y necesitando”. Astori apuntó a su compromiso con “los más humildes”, con “los que arriesgan, los que innovan, los que invierten y hacen crecer al país” y también con “los sectores medios, que no se definen por el nivel de ingreso, sino por el papel cultural que se atribuyen en el rol de mejores condiciones de convivencia y equilibrio entre todos los uruguayos”.

En diálogo con la prensa el ex vicepresidente adelantó algunos proyectos de ley que enviará al Parlamento en los próximos días: la modernización de las zonas francas y del sistema de seguros, un proyecto que reafirme el monopolio del Estado en juegos de azar, que pasarán a ser un servicio descentralizado, y -tal como anunció Vázquez en cadena nacional- un proyecto para el cálculo por separado del Impuesto a la Renta de las Personas Físicas (IRPF) para el aguinaldo y el salario vacacional. Respecto de esto último, dijo que “el proyecto ya está elaborado”. “Decenas de miles de uruguayos” van a dejar de pagarlo, aseguró; y afirmó que la renuncia para el Estado, que se ubica “entre los 13 y los 14 millones de dólares”, “no es importante” porque “se compensa con la restauración del Impuesto de Primaria a los productores rurales”, otro proyecto anunciado.