Ayer la Federación de Estudiantes Universitarios del Uruguay (FEUU) cumplió 86 años. Para festejarlo se realizará una marcha desde la Intendencia de Montevideo a la explanada de la Universidad de la República (Udelar), según explicó a la diaria Martín Randall, integrante de la Mesa Ejecutiva del gremio y del Frente de Participación Estudiantil Susana Pintos. La movilización, que está convocada a las 19.00, tiene el objetivo de “ejercitar el músculo de marchar, en un año que lo va a exigir”, porque se va a definir el presupuesto nacional para el quinquenio, agregó.

Randall señaló que la FEUU resolvió que el tema presupuestal será la prioridad este año y que con la marcha se busca “despertar” a los centros de estudiantes para comenzar a trabajar en torno a este tema lo antes posible. Aseguró que “la historia muestra que si no se sale a la calle no se consigue lo que se busca”, que en el caso de la FEUU es que se asigne 6% del Producto Interno Bruto para la educación.

Randall, que además integra el Centro de Estudiantes de Ingeniería (CEI), explicó que su centro ya se declaró en conflicto, de cara a la elaboración del presupuesto quinquenal, y que próximamente propondrá a la FEUU que impulse un paro nacional de estudiantes en la primera quincena de junio, a coordinar con el resto del movimiento estudiantil y los gremios de la enseñanza.

Símbolo

Joaquín Toledo, también integrante de la mesa de la FEUU, aseguró que la marcha de hoy será “simbólica” en relación con la actitud que tomará la federación el resto del año. Indicó que el tema del presupuesto ya estuvo en agenda cuando, a principios de año, los estudiantes del Instituto Superior de Educación Física se manifestaron para que se eliminen los cupos de ingreso a la carrera, con los reclamos de la inclusión del Hospital de Clínicas (HC) en el Sistema Nacional Integrado de Salud (SNIS) y también con la situación de estudiantes de la Facultad de Medicina que reclaman más cupos para poder realizar la práctica de internado.

En su movilización de hoy, la FEUU reclamará por la eliminación de cupos de ingreso a las carreras y en las materias; para que todos los servicios universitarios tengan al menos dos turnos de cada curso, de tal forma que mejoren las posibilidades de los estudiantes que trabajan; y también para que la masividad de los cursos se aborde mediante el aumento de la capacidad de los salones y la optimización de la proporción estudiantes-docentes. Además, reclama que las becas de la Udelar para estudiantes se incrementen de 200 a 8.000 y que tengan un monto de “al menos” 15.000 pesos, al tiempo que proponen construir una residencia estudiantil en Montevideo. También reclaman que los salarios universitarios sean “dignos”, rechazan el cobro de los posgrados y piden la inclusión del HC en el SNIS, manteniendo la autonomía y el cogobierno.

Más cerca

El año pasado, la elección de rector en la Udelar generó una fuerte polarización en la FEUU, entre quienes apoyaban la candidatura de Roberto Markarian y quienes estaban a favor de la de Álvaro Rico; esto llevó a que la federación votara dividida por primera vez en su historia. Consultados sobre cómo se procesó esa situación en la interna del gremio, Randall y Toledo coincidieron en que la organización está transitando por un camino de mayor unidad. Randall aseguró que si bien persisten las diferencias sobre el modelo de universidad y sobre la concepción de la herramienta gremial, “las necesidades este año afectan a todos los estudiantes”, en alusión a la asignación presupuestal. A modo de ejemplo, el dirigente destacó que las definiciones respecto de la movilización de hoy fueron adoptadas por unanimidad.

Toledo señaló que “se vienen encaminando mejores relaciones” y que en los últimos meses los distintos sectores encontraron “muchos puntos en común para trabajar”, por lo que aseguró que hoy existe “una FEUU fortalecida y más saneada”. De todas formas, consideró que “se va a terminar de sanear cuando se elija a la nueva Mesa Ejecutiva” en el segundo semestre del año, porque quedaron algunas “heridas”, vinculadas con lo que pasó el año pasado. Si bien admitió que la asignación presupuestal “ayudó” a reconstruir los vínculos, también reconoció que “queda la incertidumbre de saber cuándo puede estallar de nuevo” la polarización.