El documento de balance y perspectivas que el Congreso del PIT-CNT discutirá en su XII Congreso, el 15, 16 y 17 de junio, plantea una visión crítica hacia algunas medidas gremiales tomadas por sindicatos pertenecientes a la central. “Muchas veces nos enfrentamos a medidas que no son entendidas por la sociedad ni por los propios integrantes del movimiento sindical”, afirma el capítulo que refiere a la táctica y las alianzas del PIT-CNT.

La huelga, sostiene, “incluida la modalidad de ocupación, es un derecho legítimo que tenemos y debemos preservar, es una medida extrema que sólo adquiere estatura y posibilidades de éxito si la realiza conscientemente la inmensa mayoría de los trabajadores del lugar, rodeados por la solidaridad de la gente”. En ese marco, se advierte que “medidas sindicales que no logramos sean entendidas por la mayoría de nuestro pueblo terminan siendo negativas para nuestro movimiento”. El documento señala, incluso, que algunas de éstas tienen una “falta de popularidad asombrosa”, al punto de que no necesitan “encuesta de opinión alguna” y que, en consecuencia, “debilitan el planteo global de acumulación de fuerzas del movimiento sindical”.

“Parece necesario establecer una discusión sobre los mecanismos de movilización que estamos utilizando, sobre las formas de comunicación a las que estamos acudiendo para hacer nuestros planteos globales”, se concluye, sosteniendo la importancia de que “para ganar un conflicto el mismo cuente con el más amplio apoyo popular”.

El documento también resume algunos de los desafíos que enfrentará la central, que ha alcanzado los 400.000 afiliados, casi 30% de la población activa. Uno de ellos es el fortalecimiento de los plenarios del interior, quebrando con la “lógica centralizadora del movimiento sindical en Montevideo”.

El texto también advierte que el progresismo “tiene sus límites” y “presenta rendimientos decrecientes”: “Al haber resuelto de mejor manera muchas de las necesidades básicas del pueblo trabajador [...] se puede dar la paradoja de que las nuevas necesidades y demandas (resueltas muchas de las cuestiones básicas) sean capitalizadas justamente por las fuerzas sociales y políticas que lo único que pueden es asegurar el retroceso”.

También se marca que en 2015 se cumplen 100 años de la ley de ocho horas. Al respecto, se propone “pensar” un proyecto de ley que “consagre, por ejemplo, las 40 horas semanales con pago de 48”, para lo cual se llama a crear un equipo que elabore un anteproyecto de ley. También se impulsa a usar el bicentenario del Reglamento de Tierras artiguista para discutir “qué estructura agraria y qué políticas públicas se deben aplicar en el sector para el cambio de la matriz productiva”.

Respecto de la ley de presupuesto que se votará este año, el documento propone que el PIT-CNT “supere” la proliferación de demandas de los distintos sindicatos y se concentre en “cómo se amplía el espacio fiscal disponible de modo de generar condiciones de implementar nuestras propuestas de gasto e inversión”.

El texto, aprobado por el Secretariado Ejecutivo de la central para ser discutido en el Congreso, sostiene que los resultados de las elecciones nacionales, sumados a la derrota de la baja de la edad de imputabilidad, significaron “un enorme triunfo del bloque político y social de los cambios”. Además, se destacan los logros económicos de los dos gobiernos del Frente Amplio, pero se sostiene que el “centro de las tareas” debe pasar ahora por una transformación de la matriz productiva y de los mecanismos de distribución de la riqueza, y una mayor democratización. “Desarrollo industrial con igualdad y más democracia es la consigna de esta nueva etapa”.