Además de la seguridad y la limpieza en las ferias, un tercer tema tomó lugar en la reunión que mantuvieron autoridades del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) y la Asociación de Feriantes del Uruguay el viernes de tarde: el cambio cultural que implica la reglamentación de la Ley de Inclusión Financiera en las ferias. Más que la implementación instrumental de las redes de POS (Point of Sale), que es el aparato por el cual se desliza la banda magnética de las tarjetas para pagar la compra, actores de ambos bandos reconocen que será más “difícil y complicado” el proceso de formalización.

“Si bien en las ferias está todo el espectro fiscal, la mayoría de los feriantes no factura y tampoco cuenta con una cuenta bancaria”, hecho por el que el abogado y asesor de la Asociación de Feriantes, Miguel Castellán, dijo a la diaria que la dificultad mayor en la implementación va a ser “a nivel cultural”, ya que “no hay un reconocimiento de la gente y de los feriantes como un comercio formal”. “La mayoría de las personas va a la feria y no pide facturas”, observó.

Los feriantes “están expectantes” con la implementación de la ley, pero Castellán sostuvo que “hay muchos que todavía no tienen ni idea de lo que implica”, porque “para los feriantes, al menos, no ha habido información suficiente”. “La educación financiera es uno de los primeros aspectos a trabajar con este grupo de personas y empresas”, reconoció la directora de Comercio, Rosa Osimani, quien adelantó en diálogo con la diaria que se trabajará en forma de talleres de capacitación para informar sobre la reglamentación.

De momento, acordaron trabajar en reuniones mensuales -Osimani estima que la primera se hará en el correr de este mes- para establecer “de qué manera vamos a ir integrándolos a la ley”. Para esto, la Dirección de Comercio creará una comisión de técnicos que trabajará junto con los representantes de los feriantes. Primero se realizará un diagnóstico de la situación del grupo y de los casos y después “vamos a tener que ver quiénes están en condiciones de tener una cuenta”.

Al día de hoy, hay 22 ferias de alimentos diarias en Montevideo, administradas por el Área de Defensa del Consumidor del MEF, pero es difícil saber con precisión cuántas personas trabajan allí y cuánto se factura. Los cálculos de la Asociación de Feriantes estiman que hay de tres a ocho personas trabajando en cada puesto y entre 25 y 45 puestos por feria, por lo que las ferias representan entre 4.000 y 6.000 puestos de trabajo directos y son el medio indirecto de subsistencia de otras 4.000 personas, aproximadamente.

Osimani reconoció que “va a llevar tiempo” incluir a estos actores en el sistema: “Son empresas que se manejan con procedimientos que día a día van quedando obsoletos”, dijo, pero afirmó: “Estamos dispuestos a apoyarlos con lo que sea necesario”. Si bien el MEF pretende que la implementación se haga “en tiempo y forma”, Osimani sostuvo que “es muy probable que este grupo de empresas y ciudadanos requiera un tiempo más” y adelantó que en todo caso, el MEF podría “hacer alguna excepción en materia de plazos”. Esto lo definirán una vez que tengan claro cuál es el panorama, pero algo está resuelto: “No va a quedar nadie afuera”, afirmó la directora de Comercio.

En cuanto a la implementación de los POS, al día de hoy “son pocos” los feriantes que trabajan con estos dispositivos, fundamentalmente porque los consumidores no los demandan, más allá de que las ferias ya cuentan con conexión eléctrica y que el precio de los POS es accesible. Este tema es cuestión “de costumbre”, dijo Castellán, quien reconoció como “ineludible” su implementación, ya que “el mundo va en esa dirección”. Sin embargo, advirtió que también se tratará de un proceso “muy lento” en el caso de los feriantes.

“Yo no sé si la ley al feriante le va a traer beneficios directos -dijo Castellán-, lo único que se visualiza es que se va a poder captar un sector del mercado por medio de las tarjetas y, eventualmente, trabajar con menos efectivo”. Por su parte, Osimani sostuvo que se trabajará con los feriantes sobre “las ventajas de pasar a estar incluidos en el sistema financiero”.