En un documento de la Dirección de Organismos Internacionales Económicos de la cancillería elevado al ministro Rodolfo Nin Novoa, al que accedió la diaria, se relatan las reuniones bilaterales que mantuvo Uruguay en abril, durante la última ronda de negociaciones del Acuerdo de Liberalización del Comercio de Servicios (TISA, por su sigla en inglés). En el texto, fechado el 20 de abril, se consigna que Uruguay se reunió con Estados Unidos, la Unión Europea, Noruega y Colombia. Asimismo, participó en una reunión ampliada de servicios de transporte marítimo coordinada por Noruega.

En el encuentro con Estados Unidos, según consta en el documento, ese país le “reiteró” a Uruguay su “interés” en el sector de las telecomunicaciones de este país. “Mencionaron la ley de medios y la televisión por cable, citando preocupaciones que les había transmitido la empresa DirecTV”, continuá el informe. De prosperar el TISA, un acuerdo de liberalización en telecomunicaciones echaría por tierra varias de las disposiciones de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual uruguaya. Precisamente, la empresa DirecTV fue la primera en presentar un recurso de inconstitucionalidad contra esa norma ante la Suprema Corte de Justicia, porque entiende que se limita arbitrariamente la cantidad de abonados que puede tener.

Durante la ronda, según el informe, Uruguay “se refirió a sus sensibilidades y preocupaciones y su marco normativo, en especial lo relativo a los monopolios estatales en servicios financieros y telecomunicaciones”. Además “se adelantaron intereses ofensivos tales como software, servicios globales a las empresas [todo lo que funciona en zonas francas] y los servicios logísticos” (entre otros, los puertos). Se adelantó la intención de presentar una oferta preliminar en la próxima reunión de julio.

El informe de la cancillería consigna que “subsisten importantes diferencias, incluso entre los actores mayores, que deberán ser resueltas” y que hay “muchos aspectos técnicos y jurídicos a resolver”. Se entiende “indispensable” la conformación de un grupo ad hoc a nivel técnico que se encargue de las negociaciones, dada su “complejidad”. Se señala además que algunas delegaciones, entre ellas la de Estados Unidos, reconocen los “progresos” pero entienden que hay que dar “un impulso político” a las negociaciones. Esas delegaciones proponen que a la próxima ronda de negociaciones, en julio, asistan “altos funcionarios” políticos.

En las negociaciones del TISA se discuten 17 documentos, de los cuales la diaria hizo públicos ocho: el acuerdo general y los anexos de telecomunicaciones, servicios financieros, reglamentación nacional, transporte marítimo, comercio electrónico, servicios profesionales y movimientos de personas.

Según comentaron fuentes vinculadas a las negociaciones, el presidente Tabaré Vázquez transmitió a varias personas que la decisión de firmar o no el acuerdo del TISA será política, no técnica, y que será fundamental la posición que adopte el Frente Amplio (FA). El presidente de la Comisión de Asuntos y Relaciones Internacionales de la coalición de izquierda, José Bayardi, informó que la presidenta del FA, Mónica Xavier, “está haciendo consultas” con gente experta en el tema, porque quiere realizar “actividades de intercambio y exposiciones” antes de que la fuerza política adopte una posición.