“Papá, ¿qué significa el 6%?”, preguntaba una niña de unos diez años que miraba con asombro a los manifestantes y los carteles antes de que la marcha saliera desde la explanada de la Universidad de la República (Udelar). Ante la explicación del padre, que respondió que se trataba de pedir más dinero para la educación, la niña volvió a interrogar: “¿Entonces están pidiendo 6% más de presupuesto?”. Pese al frío intenso, cerca de 15.000 personas -principalmente jóvenes- marcharon en reclamo de 6% del Producto Interno Bruto (PIB) “como mínimo” para la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) y la Udelar.
La masificación de los dispositivos para filmar o tomar fotografías y el uso de las redes sociales ha generado una presencia cada vez mayor en las movilizaciones de carteles, sostenidos con palos, en los que se puede leer mensajes alusivos a la convocatoria, que son fotografiados y luego subidos a Facebook. Por ejemplo, uno de los carteles que se veía ayer reclamaba: “Si no movés el piso, las circunstancias no cambian”.
Además de los clásicos cánticos que dan la “alerta” porque “camina el antiimperialismo por América Latina”, se escuchaban otros algo más bailables. Por ejemplo, uno que con la música del tema de cumbia villera “La resaka”, del grupo Supermerk2, decía: “Encontré la solución al problema del presupuesto, les sacamos a los milicos y les damos a los maestros”. Un bombo adelante y otro atrás marcaban distintos microclimas que se vivían en la marcha, uno generado por militantes de la Federación de Estudiantes Universitarios del Uruguay (FEUU), en especial por los de la Asociación de Estudiantes de Medicina, y otro por los de Formación Docente.
La marcha se desvió de 18 de Julio únicamente para pasar por la puerta del Ministerio de Economía y Finanzas. Finalmente llegó a la plaza Independencia, donde se montó un escenario frente a la Torre Ejecutiva. Los primeros en hablar fueron los representantes de la FEUU, que plantearon que no quieren “ser 400 en un [curso] teórico y 150 en un práctico”, y reclamaron que todas las carreras tengan un turno nocturno para los estudiantes que trabajan. Además, reiteraron su propuesta de creación de un plan de becas para fomentar la dedicación exclusiva al estudio, rechazaron la existencia de cupos en cursos y carreras y reclamaron más presupuesto para el Hospital de Clínicas.
Los estudiantes del Instituto de Profesores Artigas (IPA) y de Magisterio también reclamaron un sistema de becas: el que existe actualmente, en el caso del IPA, cubre a 50 de 6.500 estudiantes, según dijeron. Además, se quejaron de que en Magisterio “casi no se reciben becas” y cuando, en cuarto año de la carrera, los estudiantes se deben hacer cargo de un grupo de niños, esa práctica no es remunerada. Los estudiantes también rechazaron que instituciones privadas “que casi no pagan impuestos” ofrezcan cursos de formación docente.
La Asociación de Estudiantes de Educación Social reclamó un presupuesto propio para la carrera y consideraron “urgente” la construcción de un edificio exclusivo. Quienes cerraron el acto fueron representantes de los gremios de los liceos Héctor Miranda, Instituto Batlle y Ordóñez, y Nº 1 de Maldonado, quienes reclamaron a las autoridades “que no sepan que no se puede dar clase a más de 30 personas y que si el local se llueve o se desmorona es algo insalubre”.