Las negociaciones para un Tratado de Libre Comercio (TLC) entre el Mercosur y la Unión Europea (UE), que comenzaron en 1995 y tuvieron un nuevo impulso en los últimos meses, fue el cuarto tema del foro de debates “El TISA y el regionalismo abierto en cuestión”, organizado por la fundación Vivian Trías. Uno de los expositores fue el subsecretario del Ministerio de Relaciones Exteriores, José Luis Cancela, e inevitablemente, la discusión giró en torno a la situación del Mercosur.

Cancela afirmó que Uruguay impulsará a la interna del bloque un “llamado al sinceramiento”, para establecer “dónde estamos y hacia dónde queremos ir”. Consideró que es necesaria una “redefinición” del Mercosur y afirmó que en algunos temas, como la integración de las cadenas productivas, “hemos visto mucho discurso teórico pero poca aplicación práctica”. Respecto del acuerdo con la UE, insistió en la necesidad de “flexibilizar” y negociar “a distintas velocidades”, porque los países integrantes del Mercosur tienen “distintas políticas económicas” y por lo tanto mayores o menores voluntades de apertura de sus mercados.

En marzo de 2014 hubo una presentación general de las ofertas de ambos bloques. El jueves 11 de junio, durante la cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) y la UE, se realizará una reunión ministerial del Mercosur y el bloque europeo para fijar una fecha de intercambio de ofertas concretas. Cancela dijo que espera que para ese entonces “se termine esta especie de juego del gato y el ratón, donde yo no presento mi oferta porque espero que primero presentes la tuya”. El vicecanciller advirtió que el intercambio de ofertas será sólo el primer paso de una negociación larga. Dado que Argentina se comprometió a abrir sus mercados en un porcentaje menor al resto de los integrantes del Mercosur, Cancela consideró que un camino que podría seguirse en la negociación es el que se tomó en el caso del acuerdo con México; en esa ocasión el bloque firmó un acuerdo marco y luego Uruguay negoció en forma bilateral un TLC con México. El vicecanciller consideró que el acuerdo del Mercosur con la UE “es conveniente para Uruguay”, aunque “no a cualquier precio”. Apuntó que hay sectores sensibles que deben ser protegidos, como la propiedad intelectual. Consideró que Uruguay podría beneficiarse no sólo con la apertura a las exportaciones agrícolas sino también en áreas industriales, como las tecnologías de la información y la comunicación y la agroindustria.

Antes del vicecanciller expuso Natalia Carrau, de Redes-Amigos de la Tierra. Carrau apuntó que aunque el TLC con la UE no tenga “tan mala fama” como los TLC que suscribe Estados Unidos con terceros países o bloques, “tiene los mismos contenidos” que éstos. Señaló que no se conocen los contenidos de las ofertas y que es “importante que el tema se abra a la discusión” pública. Concluyó que la propuesta de negociar a distintas velocidades puede traer aparejada la ruptura del Mercosur. En una línea similar se pronunció un par de semanas atrás el ex secretario general de la cancillería brasileña durante el gobierno de Lula, Samuel Pinheiro Guimarães. “El eventual acuerdo Unión Europea-Mercosur será el inicio del fin del Mercosur”, sentenció en una columna de opinión.