“Yo no soy marxista”, aclaró Patricia Soria ayer en la tertulia “Colorados... ¿hacia dónde?”, en el anexo del Palacio Legislativo. Uno a uno, los otros cuatro expositores, todos militantes del Partido Colorado (PC), aclararon lo mismo, como para sacudirse el estigma de “comunistas chapa 15” que a mitad del siglo XX pesó sobre los neobatllistas. La charla fue la primera actividad pública del sector Somos, un grupo de dirigentes liderados por Nicolás Ortiz, que en mayo se deslindó de Vamos Uruguay (VU). Además de Ortiz y Soria (única mujer en la mesa y representante del sector de Fernando Amado, aún sin nombre), participaron Agustín Paullier (de la juventud de VU, sector de Pedro Bordaberry), Andrés Moura (de Espacio Abierto, una escisión de Propuesta Batllista que lidera el diputado por Rivera Tabaré Viera) y Juan Andrés Fernández (de Batllismo Abierto, sector de otro diputado que este año abandonó VU, Ope Pasquet). Moderados por Emiliano Bar, de Somos, los cinco se definieron como batllistas y debatieron sobre el futuro del PC ante una sala llena de jóvenes y de algunos referentes del partido, como Viera, Amado y el ex candidato a la Intendencia de Montevideo por el Partido de la Concertación (PdlC) Ricardo Rachetti, a quien Soria calificó como un “héroe”.

El punto de partida de la tertulia fue la crisis que el partido sufre desde las elecciones de 2004, cuando se registró la votación más baja de la historia del PC: 10,6%. “No hemos digerido los últimos tres resultados electorales”, dijo Andrés Moura, prosecretario de Formación y Desarrollo del PC. Fernández, convencional departamental por Treinta y Tres, dijo que la debacle se explica en que la crisis de 2002 atacó durante el gobierno de Jorge Batlle. “La última gran misión histórica que tuvo el partido fue la transición democrática, y todos los partidos de transición de Sudamérica se desfondaron y se agotaron”, agregó Moura. Soria, también integrante de la Coordinadora por el Voto en el Exterior, reclamó que haya una discusión en la línea del Congreso Ideológico que el PC celebró en 2012. Ortiz, a partir de una anécdota que remataba con una votante del Frente Amplio (FA) que le dijo “me gusta cómo pensás; si no fueras colorado te votaría”, reclamó que haya más líderes colorados que hablen de “los temas que le importan a la gente”, como la educación.

Una segunda ronda temática fue un poco más específica: hablar de los viejos líderes, Jorge Batlle y Julio María Sanguinetti. Para Moura, un error del PC fue tomar lo peor de cada uno: olvidar las reformas sociales de Sanguinetti y las ideas de Batlle sobre los “temas abiertos” de la historia reciente, que lo llevaron a crear en 2000 la Comisión para la Paz. “Hay que darles el espacio que quieran ocupar en el partido”, agregó, pero Soria no estuvo de acuerdo. “Que lo hagan en los espacios que el partido les dé”, reclamó, y lamentó que en la última Marcha de la Diversidad se haya organizado al mismo tiempo una caravana colorada. “¿Cómo es posible que en el segundo hito de popularidad estemos de espaldas al pueblo?”, cuestionó, y aclaró que el primero es la Marcha del Silencio, a la que el PC tampoco asiste, por el prejuicio de que se trata de una marcha del FA.

Pero las críticas más duras de la mesa apuntaron al PdlC y a su candidato más votado, Edgardo Novick. “Como político es muy buen empresario”, ironizó Soria, que confesó haber votado en blanco en el último balotaje y en las departamentales. Agregó que es necesario que “el batllismo se materialice” dentro del partido. Ortiz dijo que no hablaría de Novick porque no es un miembro del partido. Para Fernández fue “un gran error” la Concertación, mientras que Paullier la calificó como “una buena idea mal implementada”.