El ataque incendiario del 31 de julio contra la casa de una familia palestina, en el que colonos judíos mataron a un bebé, en Duma, Cisjordania, dejó el fin de semana otra muerte. El padre del bebé, que sufrió quemaduras en 80% de su cuerpo, murió el sábado, mientras que la madre sigue internada en estado crítico, y el hermano, de cuatro años, sigue grave, pero estable. Por ese ataque fueron detenidos tres sospechosos, Mordechai Meyer, Meir Ettinger y Eviatar Slonim, y hubo siete arrestos más. Para estas personas se habilitaron las llamadas “detenciones administrativas”, utilizadas habitualmente en Israel para detener a palestinos sin juicio y aplicarles prisión preventiva por seis meses.

El ministro de Defensa israelí, Moshe Yaalon, manifestó que Ettinger y Slonim están implicados en “la actividad de un grupo extremista judío”, y Meyer es sospechoso de participar en “recientes ataques terroristas como parte de un grupo terrorista judío”, informó la agencia Reuters. Ettinger, de 24 años, es considerado un líder del extremismo judío y sospechoso de varios ataques contra civiles palestinos y contra iglesias.

Otro palestino murió el sábado al ser tiroteado por policías israelíes en una estación de servicio de Cisjordania. Según los policías, le dispararon porque agredió con un cuchillo a un civil israelí -al que causó una herida leve en el hombro-. También el jueves fue tiroteado un palestino. Según la Policía israelí, atropelló a tres soldados, que sufrieron diversas heridas. La agencia de noticias Efe informó que el supuesto atacante fue internado en estado crítico.