Los Teros sumaron su segunda derrota en la Copa del Mundo ayer de mañana ante Australia en el Villa Park de la ciudad de Birmingham, en el primer enfrentamiento histórico entre ambas selecciones.

El partido comenzó con mucho ritmo en el juego de Australia, que buscó mover la pelota con velocidad en toda la cancha. Uruguay respondió bien, aunque no se lo vio tan sólido en el uno a uno, y para derribar a los jugadores contrarios debía involucrar a dos o más tackleadores.

Al inicio Australia subestimó a los uruguayos, pero cuando entendió que no le iba a ser fácil, apostó a las armas clásicas. Igual que Gales la semana pasada, el primer try del partido llegó por medio del maul en el minuto 7. Los Teros no pudieron frenar a los australianos, y eso no sorprendió, porque había una diferencia de 104 kilos entre los packs de forwards de ambos equipos.

Desde la salida uruguaya, los Wallabies encontraron espacios y corrieron toda la cancha para su segundo try. Fue el peor momento de los celestes en el primero tiempo: sufrieron en el scrum, no encontraron la pelota y no pudieron organizarse en defensa.

Los Teros pudieron hacer pie en el partido cuando el apertura rival, Quade Cooper, tackleó al cuello a Agustín Ormaechea y se fue con amarilla (estuvo diez minutos afuera). Con un jugador más, los Teros se hicieron de la pelota y acumularon muchas fases, hasta generar el penal a los 23 minutos, que Felipe Berchesi no perdonó, para sumar los únicos tres puntos de Uruguay y dejar el parcial 12-3.

Con el reingreso de Cooper, Australia encontró su juego. El segundo mejor equipo del mundo demostró su calidad con un rugby de opciones, velocidad y potencia en el contacto. Así, antes del descanso marcó tres veces más. Uruguay hizo lo que pudo, aunque a veces pecó por no ir bien abajo en el tackle. El primer tiempo fue durísimo, de mucho desgaste físico, y los australianos se fueron al descanso adelante 31-3.

En el complemento, Uruguay comenzó muy bien, jugó en campo rival, forzó infracciones y arrinconó a Australia hasta su zona de anotación. Fueron seis minutos de dominio total en los que no pudo marcar puntos. Pero cuando los Wallabies recuperaron la pelota no perdonaron y llegaron al sexto try con una jugada de toda la cancha. Ésa es la gran diferencia con los equipos de primer nivel: no desaprovechan sus oportunidades de marcar.

A partir de ese momento fue todo de Australia. Uruguay ya no pudo obtener la pelota, el scrum fue un dolor de cabeza y en el line los Teros no pudieron encontrar a los saltadores. Los australianos aplicaron mucha velocidad y continuidad, y marcaron tres veces más, a los 52, 60 y 70 minutos.

En el correr del partido se notó el cansancio de los jugadores uruguayos, y quizá el error del técnico Pablo Lemoine haya sido no darles más minutos a los suplentes. El entrenador recién completó los ocho cambios a falta de seis minutos. Con los ingresos de los jugadores frescos, los últimos diez minutos fueron parejos, Uruguay mejoró en el scrum y jugó en campo contrario. Incluso, buscó su try por medio del maul, aunque la defensa australiana fue implacable. Al cierre, como la semana pasada frente a Gales, Uruguay volvió a recibir un try en los descuentos, que dejó el resultado final en 65-3.

Uruguay se fue del Villa Park de Birmingham con la frente en alto. Por momentos pudo jugar de igual a igual y hacerle frente al segundo mejor equipo del mundo. Una vez más, no tuvo que lamentar lesionados, aunque deberá trabajar en los errores no forzados y ser más paciente para llegar al try. El jugador más destacado de los Teros fue Juan Manuel Gaminara, que terminó con 14 tackles, recuperó pelotas y fue para adelante exponiendo su cuerpo en cada situación de contacto.

Los Teros deben recuperar energías para el tercer partido, el 6 de octubre a las 16.00 con Fiyi, que también acumula dos derrotas en el Mundial.