La Intendencia de Montevideo (IM) ya tiene pensado de qué forma distribuirá los recursos de su presupuesto que destinará a los municipios y, como era de esperarse, la decisión no dejó conformes a todos los alcaldes. “Pensé que podíamos tener algo más grande, pero no vamos a pedir nada mayor. Estoy de acuerdo con que los recursos deben distribuirse con un fin social, pero creí que se podía tener un presupuesto más grande”, expresó Andrés Abt (Partido Nacional, PN), alcalde del Municipio Ch, que abarca a los barrios de Tres Cruces, La Blanqueada, Parque Batlle, Villa Dolores, Buceo, Pocitos y Punta Carretas. En concreto, su alcaldía contará con 106 millones de pesos anuales durante 2016, aunque esa cifra se verá incrementada en 9,44%, debido al ajuste que recibirá por el Índice de Precios al Consumo. El monto incluye tanto los recursos de la comuna destinados a la descentralización como del Fondo de Incentivo para la Gestión de los Municipios, otorgados por la Oficina de Planeamiento y Presupuesto.

Los montos de cada alcaldía están contenidos en el proyecto presupuestal que la IM enviará a la Junta Departamental este jueves. El legislativo departamental estudiará la propuesta del Ejecutivo tras su receso y tendrá potestades para reasignar los gastos de cada municipio, pero no para elevar el gasto de la comuna. A la hora de distribuir los recursos, la IM utiliza dos criterios. “Hay un índice social y otro territorial. El primero tiene en cuenta la tasa de ocupación, el índice de pobreza y la población de cada municipio. Y el índice territorial, la infraestructura que el territorio necesita en función del área urbana. Se ven los requerimientos de caminerías, calles y avenidas. La suma de ambos determina la inversión correspondiente, por lo que lógicamente las zonas más pobres son las que van a recibir más dinero”, explicó Miguel Pereira, integrante de la Asesoría en Descentralización y Participación de la IM.

A pesar de estos criterios, Abt considera que su municipio merece tener más recursos, en la medida en que allí no sólo viven 180.000 personas, sino que diariamente entran a su territorio otras 90.000. “Hay que verlo como un lugar en el que Montevideo interactúa durante diez horas”, ilustró, por ejemplo, con que 50% de los niños que asisten a las escuelas públicas no vive en el municipio. Abt dijo que quiere creer que en esta distribución no se anteponen los intereses políticos a los criterios objetivos: “Quiero creer que no es así. Sería un error colocar a los vecinos en función de un tema partidario”.

El presupuesto otorgado para el Municipio Ch no es, sin embargo, el más escueto de los ocho en los que Montevideo está dividido. El que tiene menor presupuesto es otro con las mismas condiciones que el Ch respecto de la cantidad de gente que ingresa diariamente a su territorio: el B (Cordón, Parque Rodó, Palermo, Barrio Sur, Ciudad Vieja, Centro, parte de La Aguada, La Comercial y Tres Cruces), con 94 millones de pesos en 2016. “Es el benjamín de la fiesta”, ilustró su alcalde, Carlos Varela Ubal.

El que se lleva, por lejos, más fondos, es el A (Paso de la Arena, Nuevo París, Belvedere, Prado, La Teja, Cerro, Casabó y Pajas Blancas), que tiene 54% más de recursos asignados en 2016 que el B: 164 millones de pesos. “Nuestro municipio, por cuestiones objetivas relativas a la cantidad de gente y los servicios, es el que dispondrá de más dinero”, dijo su alcalde, Gabriel Otero.

El segundo municipio con más recursos en 2016 será el G (Lezica, Colón, Peñarol, Nuevo París y Sayago), con 147 millones de pesos. Le seguirán el C (Aguada, Aires Puros, Capurro, Prado, Goes, Jacinto Vera y Reducto), con 145 millones de pesos; el F (Manga, Villa García, Maroñas, Villa Española, Jardines del Hipódromo y Piedras Blancas) con 133 millones de pesos; el E (que es el otro con un alcalde del PN, y abarca a Unión, Malvín Norte, Carrasco Norte, Carrasco, Punta Gorda, Malvín y Buceo), con 130 millones de pesos, y el D (Casavalle, Borro, Marconi, Las Acacias, Villa Española, Mercado Modelo y Cerrito de la Victoria), con 129 millones.