Para la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), el fenómeno del paramilitarismo, todavía persistente en su país, es un obstáculo para la paz y uno de los puntos a resolver en los diálogos que mantienen con el gobierno colombiano en La Habana. Por eso, durante el fin de semana, cuando las partes trabajaron para avanzar sobre el punto llamado “el fin del conflicto”, uno de los temas que se trataron fue una propuesta de las FARC para combatir la actividad de los paramilitares y las redes de apoyo que puedan sostenerla.

“Proponemos crear un nuevo tipo penal destinado a sancionar la promoción, organización, financiación o empleo oficial o privado de estructuras o prácticas paramilitares”, dijo Pablo Catatumbo, uno de los líderes de la guerrilla, según informaron el periódico El Heraldo y la radio Caracol en sus páginas web. Además, las FARC propusieron la creación de una Comisión Nacional por el Desmantelamiento del Paramilitarismo y contra la Impunidad en Colombia, en la que estarían representadas víctimas, el Estado y guerrilleros desmovilizados.

Según Catatumbo, “difícilmente se podría entender que las FARC concluyeran el paso de una organización armada a movimiento político legal sin tener garantías ciertas” del “desmantelamiento” del paramilitarismo, porque éste amenaza la seguridad de los guerrilleros que dejen las armas.

Además de instalar este tema en la mesa de negociación, durante el fin de semana se acordó un mecanismo para agilizar el diálogo en busca de un acuerdo de paz, que se retomará el 2 de febrero. Los negociadores conformarán una comisión ejecutiva y varios grupos de trabajo que se encarguen de distintos temas pendientes al mismo tiempo, informó la agencia de noticias Efe. Si bien las partes intentan acelerar las negociaciones, han aceptado que permanecerán en Cuba el tiempo que haga falta, aunque no se llegue a anunciar la paz el 23 de marzo, fecha límite que habían establecido.