En casi tres horas y media de discusión, la Cámara de Senadores votó hoy el proyecto de ley de salud mental, que ahora pasa a Diputados. Algunos artículos no lograron el consenso de todos los partidos, pero se aprobaron con los votos del Frente Amplio (FA). Organizaciones sociales saludan el avance, aunque cuestionan varios puntos del proyecto.

“Salud mental: desde una perspectiva de derechos humanos en el marco del Sistema Nacional Integrado de Salud”, tituló la Comisión de Salud Pública de la Cámara de Senadores el proyecto de ley que envió el Poder Ejecutivo en diciembre de 2015.

El texto votado es muy parecido al que había sido elaborado por el Ministerio de Salud (MS) luego de recoger aportes de 30 organizaciones, entre ellas la academia, sociedades científicas, familiares, usuarios de servicios de salud mental y referentes gubernamentales.

Al presentar el tema al plenario, la senadora Ivonne Passada (FA) destacó la discusión del proyecto, tanto antes de ingresar al Parlamento como en el tratamiento en comisión, cuando se recibió a numerosas delegaciones.

La ley apunta a “garantizar el derecho a la protección de la salud mental de los habitantes residentes en el país”. Enumera los derechos de la persona a “ser reconocida siempre como sujeto de derecho, con pleno respeto a su vida privada y libertad de decisión sobre la misma y su salud” y “recibir atención sanitaria y social integral y humanizada, basada en fundamentos científicos ajustados a principios éticos”, entre muchos otros.