Privert dijo ayer, después de sufragar, que votó “contra la anarquía y el caos” que dominan el país desde hace más de un año. Las elecciones de octubre de 2015 en Haití fueron invalidadas por acusaciones de fraude realizadas por organizaciones civiles, observadores internacionales, ciudadanos y por los propios candidatos, lo que creó un malestar general que generó protestas masivas y desató una profunda crisis política. Desde la anulación de esos comicios, las autoridades electorales volvieron a convocar a los ciudadanos cuatro veces más, pero ninguna convocatoria prosperó. La última, fijada para el 9 de octubre, se pospuso por la llegada del huracán Matthew, que unos días antes de la votación dejó más de 500 muertos y sumió a cerca de un millón y medio de personas en una grave crisis humanitaria. Todo esto en un país que todavía intenta cerrar las cicatrices del terremoto de 2010.

A pesar de que el terremoto ocurrió hace casi siete años, la reconstrucción de los daños que causó en el país está todavía pendiente y será una tarea a atender para quien resulte electo presidente. Según números de la BBC, cerca de un millón y medio de damnificados sigue viviendo en refugios temporales. Además, el paso del huracán, el 4 de octubre, aumentó el número de haitianos que vive en condiciones precarias, sin acceso al agua potable, con dificultades para conseguir alimento, cuyos cultivos fueron devastados o que perdieron su vivienda.

Los haitianos tenían que elegir ayer entre 27 candidatos a la presidencia, aunque sólo cuatro tenían chances de ganar, según las encuestas. Un sondeo reciente realizado por el Departamento de Búsqueda en Informática y en Desarrollo Económico y Social mostró que el empresario Jovenel Moïse, del Partido Haitiano Tèt Kale, es el favorito para asumir la presidencia en la primera vuelta.

Moïse, que es un continuador declarado de las políticas de Martelly y es muy popular en las zonas rurales, fue quien obtuvo el mayor número de votos en 2015. En el cierre de la campaña, el jueves, el empresario bananero llamó a los votantes a apoyar su candidatura “para mejorar la condición de vida de los más vulnerables”, y dijo que está “seguro” de que volverá a ganar.

La competencia más dura para Moïse es el ingeniero Jude Celestin, que en 2015 quedó en segundo puesto por una diferencia de siete puntos. Celestin, de la Liga Alternativa por el Progreso y Emancipación Haitiana, recibe un fuerte apoyo sobre todo en la capital del país, Puerto Príncipe. En su último acto antes de las elecciones, Celestin dijo que la de ayer sería “una cita histórica para el país” y para su partido, que “hará historia” al “ganar en una sola vuelta”.

Otros de los aspirantes son los dos candidatos que en las elecciones pasadas obtuvieron el tercer y el cuarto puesto. Uno de ellos es el ex senador Jean-Charles Moïse, representante de la plataforma de izquierda Pitit Dessalines -creada hace poco más de dos años- y quien fue uno de los máximos opositores al gobierno de Martelly. Tanto Celestin como Jean-Charles Moïse fueron líderes de las movilizaciones que se desataron después de las elecciones de 2015, que desembocaron en la anulación del proceso electoral.

Quien obtuvo el cuarto lugar en 2015 y ahora vuelve a postularse es Maryse Narcisse, la doctora en medicina del partido Fanmi Lavalas que ocupó altos cargos públicos y cuenta con el respaldo del ex presidente Jean-Bertrand Aristide. Estos dos candidatos, con un discurso volcado a los derechos humanos, la justicia social y la erradicación de la pobreza, son los preferidos entre las clases más populares.

Las más de seis millones de personas que estaban convocadas para votar ayer también debían elegir a 16 senadores y a 25 diputados para completar el Parlamento.

El primer ministro de Haití, Enex Jean-Charles, dijo la semana pasada que el ambiente era “muy favorable para la realización de las elecciones” y aseguró que el gobierno puso a disposición del CEP “todo lo que necesitaba” para garantizar unas elecciones exitosas y transparentes. El funcionario reconoció que Haití “está en una situación difícil”, pero invitó “a todas y todos a votar”.

Sin embargo, todo apuntaba a que las condiciones en las que se encuentra el país después del huracán pueden derivar en cifras de participación todavía más bajas que las registradas en octubre de 2015, cuando votó menos de 30% del electorado, en un país en el que no es obligatorio votar. Fuentes del CEP señalaron además a distintos medios que las malas condiciones meteorológicas del fin de semana no ayudaron.

Voto seguro

El CEP manifestó en Twitter que las elecciones transcurrieron “muy bien” y con “disciplina”, en un país que vivía bajo fuertes medidas de seguridad.

El sábado, el Ministerio del Interior de Haití informó en un comunicado que la frontera terrestre iba a permanecer cerrada hasta la tarde de hoy para “asegurar más control” durante las elecciones. A su vez, el gobierno prohibió las manifestaciones en las calles y el porte de armas, según el diario haitiano Le Nouvelliste. A esto se le suma el despliegue de 12.900 funcionarios de la Policía y de la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en Haití en todo el país.

La Misión de Observación Electoral de la Organización de los Estados Americanos en Haití trabajó en distintos puntos del territorio, con sus 130 integrantes, para evaluar el proceso electoral. La Comunidad del Caribe también envióπ una misión de observación, que supervisará el desarrollo del proceso hasta el miércoles.

Después de que Martelly dejó la presidencia, y en respuesta a las denuncias de irregularidades presentadas después de las elecciones del año pasado, el gobierno interino procedió a la limpieza y renovación del sistema electoral. Entre las novedades de este proceso figuran los cuartos de votación que garantizan el voto secreto, el uso de tinta indeleble y la instalación de un menor número de mesas en cada centro.

Las autoridades informaron la semana pasada que los primeros resultados no se conocerán hasta una semana después de las elecciones. Si ninguno de los candidatos presidenciales obtiene 50% más uno de los votos, los haitianos deberán volver a las urnas en una segunda vuelta, prevista para el 29 de enero.