Guillermo Valles, quien fuera viceministro de Relaciones Exteriores durante el mandato de Jorge Batlle (2000-2005), dio una conferencia organizada por la Fundación Konrad Adenauer sobre las tendencias del comercio y la política comercial de Uruguay. Valles, hoy director de Comercio Internacional de bienes y servicios y materias primas de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD, por su sigla en inglés), afirmó en su intervención que “estamos haciendo las cosas bien” en materia de expansión del comercio, no así en cuanto a la política comercial.

“Si bien el crecimiento del comercio ha disminuido desde 2011, en Uruguay hemos tenido una tasa de crecimiento de comercio de bienes mayor a la del resto del mundo” afirmó. Y no sólo de bienes, también de servicios: “La película está cambiando rápidamente. Las exportaciones son crecientes para los países en desarrollo, y lo que sucede en el campo de los servicios es absolutamente prioritario porque es ahí donde el comercio está creciendo con mayor celeridad”, estableció.

Detrás de las transacciones está la política comercial: “¿Cuánto cuesta transar, en definitiva?”, preguntó el director de la UNCTAD. Valles considera que el crecimiento del comercio se ha visto favorecido por la reducción de los costos de comercio. Sin embargo, al día de hoy, pesan más las medidas no arancelarias que los propios aranceles. Según dijo, estos últimos -salvo en la agricultura- son “prácticamente insignificantes”.

Las medidas no arancelarias son “las que importan”, y se determinan mediante la facilitación del comercio y la política de convergencia entre los países, “como se está haciendo en el TTIP [Asociación Transatlántica para el Comercio y la Inversión], el famoso acuerdo entre Estados Unidos y la Unión Europea”, ejemplificó. Según Valles, estas medidas tienen un efecto arancelario “40% y hasta 50% mayor” a los aranceles.

“Lo importante es cómo están dialogando los países y cómo se puede hacer una convergencia, y si yo estoy fuera de esas negociaciones, los estándares que regirán para mí son los que acuerden otros países”, dijo el ex funcionario, y destacó la “importancia” de “estar [como país] donde se discuta eso”, ya que en caso contrario la consecuencia inmediata sería que “perdemos capacidad de negociación futura”.

“Rezago brutal”

Consultado por su opinión sobre la participación de Uruguay en acuerdos como el Tratado Transpacífico (TTP), el TTIP o el Acuerdo en Comercio de Servicios (TISA, por su sigla en inglés), sostuvo que “lo importante es estar”. “Si no estamos, es seguro que perdemos, y si participamos ganamos mucho”, afirmó, sin hacer especificaciones.

“Una parte sustantiva y creciente del comercio de los países en desarrollo se realiza mediante acuerdos regionales preferenciales”, dijo, y agregó que “cuanto más nos demoremos en integrarlos, menos preparados vamos a estar para un comercio de esta complejidad”.

Valles también se refirió a la importancia de “aprovechar los efectos beneficiosos de la revolución de las TIC [Tecnologías de la Información y la Comunicación] para reducir los costos de transacción”. Dijo que en Uruguay tenemos “un rezago brutal” en este aspecto, y “aunque tengamos un monopolio privado tenemos que regular la competencia”.

Quien estuvo en las negociaciones que llevaron a la creación del Mercosur sostuvo que “no podemos seguir atados de la decisión 32” del bloque, que establece el compromiso de los países integrantes de negociar acuerdos en conjunto. “Yo también fui responsable de esa decisión, pero nunca dijimos que íbamos a dejar de pensar y de actuar como un país independiente”, manifestó. Dijo que no se puede “crear una contradicción inexistente entre ser buenos y convencidos socios del Mercosur y pensar con cabeza propia”, y que además “no sólo cambiaron las condiciones del contrato, sino que el contrato no fue cumplido”.