Papeles, mate y bizcochos componen el escenario de la única oficina del edificio del Consejo de Formación en Educación (CFE) donde hay gente trabajando un martes de Semana de Turismo. Se trata del grupo de alumnos que está organizando un congreso que se realizará en La Paloma el 20, 21 y 22 de abril. Katyuska Motta, Maira dos Santos, Lucía Monegal y Marcelo Díaz hablaron con la diaria como parte del grupo organizador, que cuenta con estudiantes de todas las carreras que ofrece el CFE. Los estudiantes contaron que la idea surgió el 7 de agosto de 2015, cuando integrantes de las comisiones de la carrera de magisterio decidieron salir a recorrer las escuelas de Montevideo para “ver realidades que no son contadas en los institutos de formación docente”, explicó Motta, quien agregó que concluyeron que existían “grandes carencias” en la formación y que “no se los estaba preparando para la escuela del siglo XXI”. Comenzaron a “golpear puertas” y fueron recibidos por el consejero docente Edison Torres y, más tarde, por la directora general, Ana Lopater, quienes les preguntaron si se animaban a organizar un encuentro para estudiantes de todas las carreras, a lo que respondieron afirmativamente.

Motta agregó que las carencias en la formación se “ratificaron” cuando en un congreso que se llevó a cabo en Rivera el año pasado los alumnos se quejaron del Plan de Estudios 2008, por la elevada carga horaria y porque entendieron que “trata de enseñar todo pero no enseña nada”. La joven consideró que “si los estudiantes no se apropian del plan, no hay plan que resista”, y señaló que el alumno de 2016 no es el mismo que el de 2008. Uno de los ejes temáticos más importantes del congreso de abril será, pues, el cambio de plan de estudios que el CFE se propone implementar en 2018. Otro de los objetivos del evento va más allá y busca fortalecer la participación estudiantil en el CFE; Díaz dijo que hasta el momento esta es “casi inexistente”, y la considera un elemento fundamental para lograr una Universidad de la Educación.

Monegal sostuvo que, si bien desde hace algunos años funcionan comisiones de carrera locales y nacionales, en algunos centros no están conformadas o les cuesta reunirse. Sobre las dificultades para la participación, en la comisión organizadora convive la idea de que hay condiciones institucionales -como la elevada carga horaria de las carreras que hacen que un estudiante esté ocupado con teóricos o prácticos “desde las 7.00 hasta las 20.00”- con la de que hay una cuota de responsabilidad del estudiante, que muchas veces opta “por lo más fácil” y no se compromete con la institución. La joven señaló que el congreso va a nuclear a mucha gente que “no se conoce las caras”, que proviene de diversos lugares del país, cursa lo mismo y tiene objetivos similares. En palabras de Motta, el congreso servirá para que el orden estudiantil se haga el lugar “que le corresponde”, que debe contar con los mismos derechos que los profesores y las autoridades.

Los organizadores se mostraron preocupados por el estado actual de la educación y sostuvieron que “no hay más tiempo para esperar un prócer educativo como hubo en otro momento en Uruguay”, sino que, por el contrario, se debe “generar una red integrada por muchas personas, que como colectivo pueda tener una reflexión en común a partir de sus particularidades, pero que llegue al consenso”. Al respecto Monegal planteó que “no va a caer alguien del cielo que nos dé las soluciones” y que la forma de buscarlas implica “escucharnos, entendernos y mirar lo que estamos haciendo”.

En el congreso habrá estudiantes que presentarán ponencias, pero también fueron invitados docentes, inspectores y autoridades -del CFE y de otros consejos de la Administración Nacional de Educación Pública- para hacer una “puesta a punto” del sistema, y también habrá espacios de discusión y de generación de propuestas concretas. Los organizadores aclararon que dicho esquema se debe a que será el primer consejo, y que en próximas ediciones se buscará que sea un espacio “netamente de los estudiantes”. Aclararon que su intención es que el trabajo no se agote después del 22 de abril: tienen pensado editar una revista digital y seguir trabajando para que los estudiantes estén “en contacto, en red” y que los representantes en las comisiones de carrera puedan transmitir en esos espacios las ideas y posturas de los estudiantes.

Otra idea que preocupa a la comisión organizadora es la fragmentación con la que históricamente funcionó el sistema educativo a partir de la división en subsistemas. Según definió Dos Santos, al mismo estudiante se le dan pautas distintas en primaria y en secundaria, y no hay continuidad. En formación docente “no se le encuentra la vuelta” a este problema, sobre el que los estudiantes se proponen reflexionar con el objetivo de “armonizar las propuestas educativas para darle una propuesta armoniosa y confortable al estudiante que va a transitar el sistema”.