“Gracias por este regalo de bienvenida que me dan”, les dijo Fernández a las miles de personas que se reunieron para darle su respaldo cuando fue a declarar ante el juzgado de Bonadio. “Me pueden citar 20 veces más, me pueden meter presa, pero no van a hacer que deje de decir lo que pienso”, aseguró.

Durante su discurso, Fernández cuestionó al gobierno de Macri y se refirió a los miles de despidos en el Estado y a los aumentos en las tarifas de servicios públicos. “Nunca vi tantas calamidades cometidas en 120 días”, dijo. Con ese diagnóstico, llamó a conformar un frente ciudadano para “reclamar los derechos que les han arrebatado” a los argentinos. Pidió que no se le pregunte a nadie a quién voto, sino cómo le iba antes del 10 de diciembre, cuando asumió Macri, y cómo le va ahora. Dijo que van a sumarse personas que “nunca van a ser kirchneristas”, pero que también tienen que pagar las cuentas y hacer las compras en el supermercado, algo que ahora “se convirtió en una odisea”.

También habló acerca de los medios de comunicación y de cómo informan sobre el escándalo de los Panama Papers y la participación de Macri en sociedades offshore: “Los que querían llevarnos al mundo nos han llevado, estamos en todas las tapas de los medios internacionales, menos en los de Argentina. Una vez más, los medios de comunicación [...] intentan tapar el sol con las manos”. Acerca de las cuentas de Macri agregó: “Los que estaban buscando la ruta de dinero K se encontraron con la ruta de dinero M”. Quienes la escuchaban empezaron cantar: “Hay que saltar, hay que saltar... El que no salta tiene cuenta en Panamá”, informó Página 12.

Al despedirse, la ex presidenta dijo a la multitud: “No se preocupen por mí. Ustedes saben que voluntaria y explícitamente renuncié a tener fueros. Se cansaron de publicar que iba a pedir un puesto o un cargo. No los necesito, tengo los fueros del pueblo”.

Señor juez

La ex presidenta está involucrada en dos investigaciones judiciales. El viernes un fiscal pidió que se la indague en la causa sobre supuesto lavado de dinero por parte del empresario Lázaro Báez. En este caso, ayer fue excarcelado Leonardo Fariña -que declaró como “arrepentido” e involucró al ex presidente Néstor Kirchner-, a cambio de que se mantenga de manera voluntaria bajo el programa de protección de testigos. La otra investigación es la que lleva adelante Bonadio, que indaga una supuesta “defraudación contra la administración pública” con la venta de dólar a futuro, porque esta política previó para esa moneda un precio más bajo que el que podría alcanzar si Macri asumía el gobierno y cumplía su promesa de terminar con las restricciones a su compra y su venta. La diferencia de precios implicó una pérdida para el Estado argentino.

Como dijo Griesa

La Cámara de Apelaciones de Nueva York ratificó ayer el fallo del juez federal Thomas Griesa que levanta las restricciones que impedían a Argentina pagar a los acreedores en su conflicto con los fondos buitres -o holdouts-. Esta decisión permitirá que Argentina acceda a los mercados internacionales para hacer una emisión de deuda y recaudar los fondos necesarios para salir del default. El ministro de Hacienda y Finanzas argentino, Alfonso Prat-Gay, dijo ayer que el equipo económico del presidente Mauricio Macri tiene previsto hacer la emisión de bonos el lunes y cerrar la oferta el martes, por lo que los fondos de especulación financiera recibirían el pago el viernes 22.

Cuando Fernández se presentó ayer en el juzgado, Bonadio no se encontraba allí. Al llegar, el juez se quedó a espaldas de la ex presidenta, no se saludaron y él se retiró antes de que ella terminara de hablar, informó La Nación. Allí Fernández leyó una declaración, recusó a Bonadio, a quien acusó de tener una “manifiesta aversión política” hacia ella, y se negó a responder preguntas porque consideró que eso “no haría más que convalidar” la “manifiesta arbitrariedad, ilegalidad e incompetencia técnica y profesional” del juez. Sobre las sospechas de asociación ilícita, Fernández dijo que la única organización que integró fue el Poder Ejecutivo, y que llegó a ese lugar dos veces por voto popular.

Al leer su escrito, dijo que “cada vez que un movimiento político de carácter nacional y popular fue derrocado o finalizó su mandato, las autoridades que lo sucedieron utilizaron en forma sistemática la descalificación de sus dirigentes, atribuyéndoles la comisión de graves delitos, siempre vinculados con abusos de poder, corrupción generalizada y bienes mal habidos”. Dijo que “los verdaderos motivos siempre fueron los mismos: por un lado, barrer con las conquistas logradas y los derechos adquiridos por la sociedad”; “por el otro, imponer programas de ‘ajuste’ y endeudamiento -matrimonio indisoluble- utilizando la supuesta corrupción para ocultar ambos objetivos”. Mencionó como ejemplo situaciones que sufrieron Hipólito Yrigoyen y Juan Domingo Perón cuando ya no estaban en el gobierno, y las que enfrentaron distintas personas durante la dictadura que comenzó en 1976. Consideró que “la participación del Poder Judicial siempre se convierte en condición sine qua non para este tipo de prácticas”.

“Una vez más, la historia se repite y el pasado vuelve a atrapar a los argentinos: endeudamiento, devaluación, despidos, persecuciones políticas, tarifazos en servicios públicos esenciales e indispensables, estampidas imparables de precios”, entre otras “calamidades” del actual gobierno, dijo Fernández. A su entender, “el Plan de Ajuste y Miseria vuelve a requerir, una vez más, la difamación y la calumnia para su implementación”, y también el argumento de que “los dirigentes que defendieron y defienden los intereses populares y nacionales son corruptos sin remedio”. Consideró que las causas judiciales que ella enfrenta “son un ejemplo lamentable” de esto, y negó que hubiera elementos que justificaran la decisión de citarla a declarar en esta causa. “Como ya lo he dicho públicamente y reitero una vez más: no les tengo miedo. Afrontaré este proceso y cualquier otro que quieran fabricarme”, dijo.