Un día después de presentarse ante el juzgado de Claudio Bonadio, que la investiga por la venta de dólares a futuro, la ex presidenta argentina Cristina Fernández denunció al juez ante el Consejo de la Magistratura. Según La Nación, Fernández pidió a este organismo que impulse un juicio político para remover a Bonadio del cargo por “mal desempeño” y “prevaricato” (dictar resoluciones pese a saber que son injustas). Ya el miércoles había afirmado que el juez tiene una “clara y manifiesta enemistad pública” hacia ella.

Al día siguiente al masivo acto político en el que miles de personas la acompañaron al juzgado, Fernández se reunió con representantes de organizaciones militantes por los derechos humanos y después con diputados del Frente para la Victoria (FpV), junto a los cuales inauguró el Instituto Patria.

El acto del miércoles tuvo repercusiones. El presidente Mauricio Macri lo calificó de “desafortunado”, y su aliada política Elisa Carrió lo llamó “el ridículo show de la actriz nacional”. Carrió cuestionó que la ex presidenta “dice que no la van a callar, pero ante la Justicia no habló”. La diputada opositora Margarita Stolbizer se preguntó si “no sería mejor que explicara su patrimonio”. En cambio, el dirigente del FpV Daniel Scioli argumentó que el acto fue “una respuesta política” después de la “respuesta jurídica” que dio Fernández al presentar su escrito ante el juzgado.