La Comisión de Educación y Cultura de la Cámara de Diputados recibió ayer a varias delegaciones que dieron su opinión sobre el proyecto de ley de excepciones y limitaciones a los derechos de autor. Los diputados le harán modificaciones al texto que sancionó en abril la Cámara de Senadores, y entre los insumos cuentan con el acuerdo firmado el 26 de mayo entre la Federación de Estudiantes Universitarios del Uruguay (FEUU), la Cámara Uruguaya del Libro (CUL) y la Asociación General de Autores del Uruguay (AGADU), que consensuaron un texto más restrictivo que el que había aprobado el Senado.

Concurrieron ayer a la comisión delegados de Creative Commons Uruguay, de la Cámara Uruguaya del Disco (CUD), del Grupo de escritores, dramaturgos y creadores uruguayos vinculados al libro, y de la Sociedad Uruguaya de Artistas Intérpretes (Sudei). La semana próxima la comisión recibirá a la Asociación de Bibliotecólogos del Uruguay (ABU) y resta agendar al Consejo de Derechos de Autor. Sebastián Sabini, diputado del Frente Amplio e integrante de la comisión, dijo a la diaria que probablemente se postergue la aprobación del texto, porque querían hacerlo antes de que ingresara a la cámara el proyecto de ley de Rendición de Cuentas, fijado para el 15 de junio y no a fin de mes, como preveían.

Ampliar y no acortar

Creative Commons les entregó a los legisladores un documento -que es acompañado por otras ocho organizaciones sociales: ABU, Cainfo, Centro de Estudios de Software Libre, Cotidiano Mujer, DATA Uruguay, Movimiento Derecho a la Cultura, Mujer y Salud en Uruguay y Wikimedia Uruguay- en el que respalda el proyecto que tiene media sanción y rechaza el acuerdo de AGADU, FEUU y CUL.

Los colectivos consideran “de suma importancia mantener el artículo que retira de la órbita penal las reproducciones sin fines de lucro, así como la excepción de copia para uso estrictamente personal”, algo que estaba en el proyecto aprobado por el Senado pero que AGADU, FEUU y CUL proponen eliminar.

El texto con media sanción planteaba considerar lícita “la reproducción hecha por cualquier medio, sin autorización del autor o titular, de una obra o prestación protegida, ordenada y obtenida por una persona física, en un solo ejemplar para su uso personal sin fines de lucro”. Creative Commons plantea mantenerlo precisando que la reproducción debe ser hecha a partir de una obra o prestación “legítimamente obtenida” efectuada por una persona “por sus propios medios” y para uso “estrictamente personal”. Señalan que quitar la excepción de la copia personal implica que acciones cotidianas como la descarga de resultados de la búsqueda de información en internet, el pasaje de archivos de un dispositivo a otro, copiar un CD para escuchar en el celular o “imprimir en casa un archivo de texto para estudiar” seguirán siendo ilegales. Insisten en que si el texto adquiriera la redacción que proponen, la copia personal no habilitará el uso colectivo y la posterior distribución o transferencia, que es el reparo que habían planteado CUL y AGADU.

Creative Commons pide que no se quite el artículo que deroga el delito de reproducción sin fines de lucro -que sanciona económicamente a quien lo haga- y alega que la sanción económica puede terminar siendo penal si la persona no cuenta con el dinero para pagar la multa (hasta 40.000 dólares).

Las nueve organizaciones ponen reparos a casi todos los artículos propuestos por FEUU, CUL y AGADU, y principalmente se oponen a que sólo las instituciones educativas y públicas puedan realizar copias y hacer préstamos a domicilio, porque “docentes y estudiantes de la educación privada y comunitaria no deben ser discriminados en cuanto al alcance de las excepciones”. Creative Commons insiste en que “debemos enfocar las excepciones en los fines educativos y de investigación, no en las instituciones educativas y de investigación”. Por otra parte, rechaza que los monumentos, las obras arquitectónicas o de artes plásticas expuestas en lugares públicos sólo puedan ser reproducidos “sin ánimo de lucro”, condición agregada por las tres organizaciones del acuerdo. Plantea, por ejemplo, que significaría un delito subir a Facebook una foto propia frente a un monumento público, porque Facebook puede llegar a utilizar la imagen de cualquier usuario, o que “complicaría considerablemente el negocio de periodistas, fotógrafos profesionales y documentaristas, cuyas actividades son claramente comerciales”.

Contemplativo

Sabini opinó: “Hay argumentos fuertes de varios lados, creo que hay aspectos que tienen que ser resueltos, como el acceso a los materiales de estudio y los planteos que hacen las bibliotecas, donde con la ley actual es ilícito el préstamo”. Pero consideró que “también hay que preservar el derecho de los autores, es un derecho constitucional, y blindar la ley de cualquier problema de inconstitucionalidad”. Habló de respetar el acuerdo entre FEUU, AGADU y CUL “lo más posible, pero hacer algunas modificaciones que aseguren que sea lícito el acceso a materiales y el préstamo en biblioteca”. Señaló que uno de los cambios más importantes propuestos por el acuerdo “tiene que ver con si el préstamo o las reproducciones son sin fines de lucro, o lo son las instituciones que los realizan; [estos] son algunos de los nudos que hay que desatar y ver en qué medida estos cambios que podamos realizar son o no aceptados por los diferentes actores sociales”.

Los diputados también plantean invitar a la Asociación de la Prensa Uruguaya para considerar los problemas en cuanto a la “libertad de panorama”, aquella que tiene relación con la fotografía.