“Los testimonios confirman que la víctima era homosexual, que era querida en el campus, pero era discriminada y recibía amenazas homofóbicas y racistas”, dijo Fábio Cardoso, el policía federal responsable de la investigación de la muerte de Diego Vieira Machado, un estudiante de la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ). Su cuerpo fue encontrado, golpeado y semidesnudo, la noche del sábado en el campus universitario. Ayer la Policía tomó declaración a seis amigos de Diego, que tenía 30 años, y ya tiene cuatro sospechosos, algunos de ellos estudiantes de la UFRJ. Cardoso consideró que es probable que se trate de un crimen de odio. “Es un crimen cobarde y cruel. Es necesaria una respuesta rápida”, agregó.

Diego tenía miedo de seguir viviendo en el campus porque cada vez recibía más amenazas por ser homosexual, negro, norteño -había nacido en Pará- y por haber ingresado a la UFRJ por el mecanismo de cuotas, creado por la presidenta Dilma Rousseff para los estudiantes con menos recursos, dijo su hermano, Maycon, a varios diarios brasileños. Por su parte, alumnos y profesores de la universidad contaron que los episodios de homofobia están siendo cada vez más frecuentes en el campus, algo que también vinculan a una situación de intolerancia política. “Muerte a los gays de la UFRJ”, decía un graffiti en el baño de la Escuela de Comunicación que fue pintado por encima con los colores de la diversidad por un grupo de alumnas.