El argentino Adrián Biniez cruzó a Uruguay en 2004 y nunca regresó. Aquí fue donde comenzó su carrera cinematográfica y donde estrenó en 2009 su ópera prima, la exitosa y recordada Gigante -con Leonor Svarcas y Horacio Camandulle-, que ganó el Oso de Plata y el premio a mejor debut en el festival de cine de Berlín, además de haber sido seleccionada como la mejor película en el festival colombiano de Cartagena y haberse quedado con el Cóndor de Plata en el país natal del director.

Cinco años después, El Garza Biniez volvió al ruedo con El 5 de Talleres, una película que coprodujeron Argentina, Uruguay, Alemania y Francia, y con la que revisitó su localidad natal, Remedios de Escalada (en el partido de Lanús, provincia de Buenos Aires), para contar la historia de un futbolista de 35 años que debe enfrentar la decisión de retirarse.

Cuando comenzaba a rumorearse la historia de su nueva película, Las olas (a cargo de Mutante Cine y coproducida entre Uruguay y Argentina), llegó una noticia contundente: el festival español de San Sebastián lo sorprendió cuando aún se encontraba en pleno proceso de montaje, ya que esa obra fue seleccionada para competir en la categoría Cine en Construcción, cuyo premio incluye el financiamiento de la posproducción, además de ubicar a la obra en un muy buen lugar de lanzamiento internacional.

Las olas, protagonizada por Alfonso Tort, Julieta Zylberberg y Fabiana Charlo, cuenta la historia de Alfonso, un muchacho que sale exhausto de trabajar y decide tomarse un baño en la playa para aplacar su cansancio. La cosa se complica, porque cuando saca la cabeza del agua está en otra playa y en otro tiempo. La gacetilla cuenta que el protagonista se da cuenta en ese momento de que sus padres lo esperan gritando desde la orilla, y comprende, desde su mente de adulto, que volvió a estar en el lugar que ocupaba cuando era un niño de 11 años. “Allí -sigue diciendo el texto promocional- comienza este viaje fantástico por las diferentes vacaciones a lo largo de su vida, donde las situaciones se suceden sin orden cronológico, interrumpiendo con un tono de intimidad y graciosa nostalgia su cruce con novias, amigos de la adolescencia y de la niñez, su hija y su soledad”.

De esta manera, Las olas se suma a cierta tradición del cine uruguayo de tomar espacios externos a las ciudades o balnearios vacíos fuera de la temporada turística, como en el caso de La perrera, Whisky, Flacas vacas, Maldita cocaína o la reciente Las toninas van al este. Biniez volverá, entonces, a San Sebastián, donde Gigante se había presentado en la sección Horizontes Latinos. En Cine en Construcción, su nuevo trabajo competirá con otros cinco largometrajes en ciernes: El silencio del viento, de Álvaro Aponte-Centeno; La educación del rey, de Santiago Esteves; La familia, de Gustavo Rondón Córdova; Medea, de Alexandra Latishev; y Un gran dragón, de Jaime Osorio Márquez.