“La decisión adoptada por parte de nuestros socios mercosurianos es eminentemente política: lo digo con todas las letras. Se saltean lo jurídico, que es este libro que estoy mostrando, que contiene el cuerpo normativo, y aduciendo razones que no están aquí, quieren eludir, erosionar, hacer bullying a la presidencia de Venezuela. Esa es la pura verdad”, dijo el canciller Rodolfo Nin Novoa el miércoles ante la Comisión de Asuntos Internacionales de la Cámara de Representantes, según consta en la versión taquigráfica.
Sostuvo que la prioridad del gobierno uruguayo es “salvar al Mercosur” y evitar la “parálisis” del bloque, pero “no echando a Venezuela del Mercosur”. “Al revés: todo el mundo habla de la integración latinoamericana, y resulta que aparece la tentación de echar a un país si no nos gusta”, cuestionó. Estimó que durante este semestre es probable que no haya resoluciones del Mercosur, “porque no va a haber cumplimiento por parte de algunos países a la convocatoria donde se toman las resoluciones que después aprueban los ministros”. Hizo notar que eso fue lo que sucedió durante el semestre anterior, ya que el trabajo que realizó Uruguay en ejercicio de la presidencia pro témpore del Mercosur no se vio plasmado en resoluciones, porque no se reunió el Consejo Mercado Común (CMC) para aprobarlas. “Esto nos duele mucho, porque todo el trabajo que hicimos durante seis meses no tuvo como resultado ninguna resolución, ya que cuando convocamos para el traspaso de la presidencia -como dice la norma-, dos países nos dijeron rotundamente que no iban a venir, no iban a mandar al embajador ni iban a tener ningún tipo de representación”, lamentó.
Por otra parte, contó que el canciller paraguayo Eladio Loizaga le aclaró por teléfono que no se refería a Uruguay sino a Venezuela cuando dijo que si a un país no le gusta lo que está sucediendo en el Mercosur, “que se vaya”. “Me dijo que no se refería a Uruguay, y que si así lo creíamos, que lo disculpáramos en nombre del pueblo paraguayo: no tuvo ninguna intención de decir que si a Uruguay no le gusta, que se vaya. Estaba pensando en Venezuela”, contó Nin en comisión. El canciller uruguayo consideró que no fue una “buena señal” que Venezuela asumiera la presidencia del bloque “con tres socios, después de las cosas que se dijeron de ellos”.
Nin confesó que a la cancillería uruguaya no le “gustó mucho”, por otra parte, que el canciller brasileño José Serra “viniera a Uruguay a decirnos que venían con la pretensión de que se suspendiera el traspaso y que, además, si se suspendía, nos iban a llevar en sus negociaciones con otros países, como queriendo comprar el voto de Uruguay”. “A mí eso me molestó bastante y también le molestó mucho al presidente”, afirmó Nin.