El objetivo del bloque mayoritario del Partido Nacional (PN) para lo que queda del período de gobierno es bastante ambicioso. Su líder, Luis Lacalle Pou, lo describió de forma inmejorable el martes 6 de diciembre, durante el acto de cierre de año de la lista 404. Se trata de “trabajar en una plataforma programática por encima de las fronteras partidarias”, no durante el gobierno que viene ni de cara a las próximas elecciones, sino para esta legislatura. En aquel acto dijo: “Hay una noticia de este año, que no es final ni todavía estructural, pero la coyuntura así lo indica, que es que el Frente Amplio [FA] puede perder la mayoría en una de las cámaras. Y eso nos obliga, porque si tenemos la inteligencia y la capacidad de convencer suficiente, podemos hacer, aun estando fuera del gobierno, que muchas de nuestras ideas avancen sobre la realidad de la gente”, explicó en aquel entonces.

Si bien al día siguiente, el 7 de diciembre, el ex diputado frenteamplista Gonzalo Mujica oficializó que ya se encontraba fuera del FA, el impulso propositivo que planea hacer Lacalle Pou no parece ser tan fácil, y así lo reconocen los legisladores del sector. “Está bueno llevar adelante la agenda, pero de lo que hay que hablar en realidad es de qué se puede dialogar y acordar”, opinó el diputado nacionalista Gustavo Penadés. El problema, sostuvo, es que con la actual composición parlamentaria, “lo que puede existir realmente es un bloqueo”: “Lo que la oposición promueva en Diputados puede ser frenado por el oficialismo en el Senado, y también puede ocurrir al revés. Más que construir una agenda, hay que ver en qué se puede dialogar para lograr buenos acuerdos, porque, de lo contrario, nos vamos a quedar en una declaración de buenas intenciones”. Además, Penadés indicó que la oposición no vive una “situación homogénea”, sino “realidades distintas” que van desde los partidos fundacionales hasta la “extrema izquierda”. Para que las conversaciones den sus frutos, el diálogo debe ser primero entre la oposición y luego con el FA, aseguró.

Muchos diputados del sector piensan incluso que la suma de Mujica al arco opositor tampoco será algo lineal. “Sumarlo como un integrante de la oposición sería de alguna forma faltarle el respeto a su persona”, dijo el diputado blanco José Andrés Arocena, quien observó que este legislador no acompañó la última interpelación al ministro del Interior, Eduardo Bonomi. En una misma línea, Nelson Rodríguez Servetto, diputado nacionalista por Maldonado, dijo que esta nueva situación no implica que “automáticamente se puedan conseguir todos los votos”.

Las coincidencias de la “extrema izquierda” con el PN parecen ser mucho más difíciles de conseguir que con Mujica. La diputada Graciela Bianchi, ilustró que mientras que con el Partido Colorado y el Partido Independiente puede haber “matices” en algunos temas, con Unidad Popular (UP) hay áreas en las que llegar a acuerdos se dificultará muchísimo más, como la seguridad y las relaciones internacionales.

No obstante, Bianchi cree que la educación es un área en la que puede ser más fructífera la alianza con UP, por ejemplo, en la modificación de algunos aspectos de la Ley de Educación. Con este grupo, explicó, “podemos estar muy de acuerdo en que la educación no sea sólo formación para el mercado laboral, sino que debe tener contenido humanista”. Agregó que es necesario “buscar formas intermedias” para sustituir a las actuales autoridades de la Administración Nacional de Educación Pública, un propuesta que podría ganar el apoyo de UP.

La negociación con el único diputado de UP, Eduardo Rubio, en temas en los que hay una brecha ideológica demasiado grande entre ambos partidos parece ser un camino que los blancos están dispuestos a transitar. Rodríguez Servetto dijo que la bancada nacionalista presentó iniciativas que “merecen al menos que sean discutidas en la cámara”, y que, por su parte, “Rubio también tiene proyectos interesantes en el tema de la vivienda, que con muchísimo gusto yo acompañaría”. “Esto puede ser un elemento de conversación para llegar a otro tipo de acuerdos”. De la misma manera, Bianchi destacó que Rubio es “una persona sumamente sensata, equilibrada y de buen relacionamiento con el resto de los legisladores”.

Pero según Bianchi tampoco tiene sentido “ponerse el límite” de mirar exclusivamente a UP, dado que en otros temas también puede ser una posibilidad negociar con los sectores más moderados del FA, aseguró. “En política internacional podemos estar de acuerdo con el sector al que representa el canciller”, ejemplificó.

En concreto

En este nuevo escenario, el proyecto más importante en el que las posibilidades de articulación se pondrán a prueba será la Rendición de Cuentas de 2016, donde además el gobierno ha dicho en reiteradas ocasiones que será una suerte de segunda Ley de Presupuesto, ya que la norma votada en 2015 sólo asignaba recursos hasta 2017. “Ese va a ser el proyecto principal, en el que se va a poder trabajar en salud, educación y seguridad. El PN ha insistido en muchos temas que quizá puedan ser parte de la negociación, y el FA se va a ver obligado a negociar”, puntualizó Penadés. En la misma línea, Rodríguez Servetto recordó que Gonzalo Mujica ha hablado de la necesidad de un “Presupuesto realista, que no sirva como mera recaudación para el Estado”.

Pero también los diputados quieren aprovechar el nuevo escenario en la cámara baja para impulsar sus propios proyectos. Arocena dijo que cree que un par de iniciativas que presentó -sobre vivienda y acerca de una tipificación de delitos penales contra el medioambiente- podrían contar con la aprobación de todo el arco opositor. De igual modo, el diputado Martín Lema, que se especializa en temas de salud, dijo que buscará apoyo para su proyecto de creación de un comisionado parlamentario para el Sistema Nacional Integrado de Salud y el Sistema Nacional Integrado de Cuidados. “Para mí es muy importante que salga”, dijo a la diaria. Otra iniciativa que el legislador intentará que sea aprobada es un proyecto que presentó recientemente, para que en los llamados para cubrir vacantes y en los concursos públicos se tenga en cuenta en la puntuación la realización de voluntariado social. “Es un proyecto que nos puede unir, y seguramente dentro de los partidos políticos haya ideas para mejorar esta iniciativa”, afirmó.