Mañana, en la ciudad suiza de Ginebra, la Federación Internacional de Básquetbol (FIBA) dará a conocer la sede que acogerá el Mundial que se celebrará en 2023. Luego de que varias candidaturas quedaran relegadas, solamente dos son las que estarán pendientes de la decisión que se tomará mañana: una es la rioplatense, que presentaron conjuntamente Uruguay y Argentina; la otra es una postulación conjunta asiática, que tiene como sedes potenciales del torneo a Japón, Filipinas e Indonesia.

Representantes de la Federación Uruguaya de Básquetbol, de la Secretaría Nacional de Deportes y del Antel Arena –escenario que sería el único de Uruguay que acogería partidos mundialistas– realizarán hoy junto a los delegados argentinos una última presentación ante las autoridades de la FIBA,que luego evaluará y mañana dará a conocer la decisión definitiva.

Según informó el portal Urubasket, dirigentes uruguayos que viajaron a Suiza reconocieron que la candidatura asiática es muy fuerte, particularmente por su poderío económico. Además, si Filipinas no es elegida, sumará su tercera frustración consecutiva. Por otra parte, la FIBA ha apostado mucho en el desarrollo del básquetbol en el continente asiático –de hecho, el próximo Mundial, el de 2019, será en China–, pero los delegados rioplatenses, de todos modos, mantienen cierto optimismo.

En ese sentido, el presidente de la Confederación Argentina de Básquetbol, Federico Susbielles, que está en Ginebra, manifestó al sitio Basquetplus que la candidatura de las naciones rioplatenses es “muy sólida, porque se basa en un proyecto sustentable y realizable. Creo que se ha logrado generar una candidatura pareja en el contenido, y también creo que el hecho de pensar que un Mundial vuelva a América es un punto fuerte a favor nuestro”.

En caso de que el Mundial efectivamente se lleve a cabo por estos lados, las sedes confirmadas, además de Montevideo, serán Buenos Aires, Mendoza, Mar del Plata y Córdoba, pero además tienen chance de ser sede Bahía Blanca, Comodoro Rivadavia y La Rioja.