El recorrido fue largo y ayer varios lo recordaron. A comienzos de los años 2000 se comenzó a hablar de la unificación de las entonces Escuela Universitaria de Bibliotecología y Ciencias Afines (EUBCA) y la Licenciatura en Ciencias de la Comunicación (Liccom), y la creación de la Facultad de Información y Comunicación (FIC) se concretó finalmente en octubre de 2013. En paralelo, desde 2007 el Plan de Obras de mediano y largo plazo de la Universidad de la República (Udelar) preveía la concentración de los servicios universitarios por áreas académicas y la construcción, en el ex asilo Dámaso Antonio Larrañaga, en San Salvador y Jackson, del Espacio para la Información y Comunicación. Ambos procesos confluyeron: la piedra fundacional de las obras se colocó en junio de 2013 y ayer se inauguraron dos edificios: el local de la FIC, con entrada por San Salvador y sobre la calle Jackson, y la sede del Programa de Desarrollo Académico de la Información y la Comunicación (Prodic), sobre la calle San Salvador, detrás del “Portal de Rabú”, considerado monumento histórico nacional y restaurado durante la obra. También compone la manzana el Aulario del Área Social (inaugurado en 2015), con entradas por Gonzalo Ramírez y sobre la calle Eduardo Acevedo.

En el centro de la manzana y con entrada por Gonzalo Ramírez quedó, curiosamente enclavada, la Parroquia Nuestra Señora del Huerto y San José, también monumento histórico nacional. La interacción con la iglesia católica, por cuestiones mundanas como medianeras y paredes, generó algunas discusiones entre el rector de la Udelar, Roberto Markarian, y el cardenal Daniel Sturla, recordó el rector.

El edificio de la FIC tiene 8.500 metros cuadrados, cuatro pisos y cuenta con una amplia biblioteca (con muchos espacios para trabajar en grupo o con laptop), salas de grabación de audio y video, estudio de radio y un estudio de televisión. Alojará a casi 4.000 estudiantes, 200 docentes y 80 funcionarios. El proyecto edilicio estuvo a cargo de la Dirección General de Arquitectura de la Udelar, pero del proyecto ejecutivo y la construcción se encargó la empresa Stiler. El costo de la obra, dijo Markarian, fue de aproximadamente 20 millones de dólares.

Gabriel Kaplún, director de la Liccom durante gran parte del proceso de construcción de la obra, consideró que la creación de la FIC “ayudó muchísimo para que la obra tuviera la prioridad necesaria y para que nosotros mismos empujáramos para que la obra fuera viable”. Aseguró que también influyó la interacción con otras áreas de la universidad, en particular las alianzas con las facultades de Ingeniería, de Ciencias Sociales y de Humanidades y Ciencias de la Educación, para que el proceso no fuera “endogámico”. Actualmente hay en funcionamiento equipos de investigación conjuntos e, incluso, se está trabajando en la creación de una carrera con la Facultad de Ingeniería, provisionalmente llamada Licenciatura de Medios Audiovisuales. Destacó que también funcionará en el nuevo edificio la radio universitaria, y que en general la ubicación del local permite que “la universidad se apropie”. “Estas cosas van construyendo no sólo ladrillo, sino también espacio académico, institucionalidad, interacción con actores de la Udelar y de la sociedad”.

El proceso de unificación “ha sido muy bueno”, entiende Kaplún. “Nuestra apuesta era que fuera mucho más que la suma de Bibliotecología y Ciencias de la Comunicación, y efectivamente creo que eso ha pasado”.

La decana de la FIC, Gladys Ceretta, recordó lo que prácticamente todos los estudiantes y ex estudiantes manifestaban ayer al recorrer entusiasmados el nuevo edificio: ambas instituciones venían de situaciones edilicias “muy complejas, en algún caso de mudarse de un edificio al otro continuamente”. La Liccom funcionaba en el Buceo, en las calles Leguizamón y Bustamante, mientras que la EUBCA estaba sobre la calle Emilio Frugoni. “Este edificio nos está dando ahora la oportunidad de tener todo eso y mucho más, la oportunidad de tener un desafío, que es que sigamos avanzando en la construcción de esta comunidad académica, que tiene como insignia la comunicación y la información y que esperamos que sea un referente de la disciplina -que ya lo es- a nivel nacional, a nivel regional, a nivel internacional”, afirmó la decana.

Por su parte, el rector destacó que se esté inaugurando esta obra importante “en tiempos que no son de gran desarrollo del país”, y no dejó pasar la chance de mencionar otras dos obras de magnitud para las cuales se requieren recursos: la refuncionalización del Hospital de Clínicas y el nuevo edificio de la Facultad de Veterinaria.

Tras el protocolar corte de cinta, que presenció la ministra de Educación y Cultura, María Julia Muñoz, cientos de personas -autoridades, funcionarios, docentes y estudiantes- se volcaron a conocer el edificio. “Por eso todavía no me había recibido”, bromeó una estudiante, mientras, con ganas, recorría el estudio de televisión.