El ex presidente egipcio Hosni Mubarak, preso desde abril de 2011, será liberado en los próximos días. La Fiscalía ordenó su liberación ayer, después de que un tribunal de apelaciones lo absolviera en una investigación en la que era sospechoso de complicidad en el asesinato de 239 personas. Esas muertes ocurrieron durante la represión policial que se desató contra las manifestaciones en contra del gobierno de Mubarak, que derivaron en su salida del poder en febrero de 2011, después de casi 30 años de gobierno.

Mubarak fue detenido en abril de ese año y desde entonces se han llevado adelante varios procesos judiciales en su contra. La primera condena, a tres años de prisión, fue por apropiación de fondos públicos. La segunda, a cadena perpetua, lo responsabilizaba por la muerte de manifestantes, pero el Tribunal de Casación lo absolvió el jueves 2. Después de esa decisión judicial, la defensa de Mubarak pidió que los años que el ex presidente estuvo en prisión preventiva por el asesinato de manifestantes se le computaran como cumplimiento de la otra condena. La Fiscalía aceptó esa solicitud y Mubarak, de 88 años, será puesto en libertad cuando la Policía lo disponga.

De esta manera, ningún ex jerarca ni familiar del presidente quedará tras las rejas, ni por enriquecimiento ilícito -otra de las acusaciones en su contra- ni por la represión de la revuelta en contra de su gobierno. Sus hijos cumplieron penas por corrupción pero fueron liberados en 2015, al igual que su ex ministro del Interior, Habib al Adli, que supuestamente ordenó la represión de los manifestantes.