Con la presencia del rector de la Universidad de la República (Udelar), Roberto Markarian, y el secretario nacional del Deporte, Fernando Cáceres, se inauguró ayer la sede Profesora Irene Preobrayensky del Instituto Superior de Educación Física (ISEF), que cumple diez años dentro de la Udelar y 77 años de existencia. La directora del ISEF, Paola Dogliotti, destacó los 1.400 ingresos que tuvo el instituto este año, 800 sólo en Montevideo, pero, a la vez, hizo referencia a “la espina de que seguimos dejando gente afuera”, ya que hubo 768 estudiantes “sin posibilidad de estudiar”, debido a que el instituto tiene cupos que se otorgan por sorteo. La solución para que nadie quede sin estudiar pasa por conseguir “más recursos materiales e infraestructura edilicia y dinero para más horas docentes”, dijo a la diaria.

El edificio está ubicado dentro del predio de lo que iba a ser el Hogar Estudiantil Universitario, en Iguá y Mataojo, donde se instaló primero la Facultad de Ciencias, ahora el ISEF y en un futuro se instalarán la Facultad de Química y una cancha de fútbol para el equipo femenino de la Udelar, según anunció el arquitecto Juan Pedro Urruzola. Mientras hablaban las autoridades, en una pantalla se proyectaron imágenes del esqueleto del edificio que durante décadas estuvo abandonado, sin terminar, por falta de rubros. El proyecto del Hogar Estudiantil Universitario data de 1959 y fue diseñado por los arquitectos Justino Serralta y Carlos Clémot, y el ingeniero Eladio Dieste, cuyo sello está plasmado en el techo plegado de hormigón armado del gimnasio, que desafía las leyes de la física, como toda su obra. “Celebramos la recuperación de un hermoso edificio”, valoró Urruzola.

Dogliotti también presentó el libro Memorias de los diez años del ISEF en la Udelar. La directora del instituto dijo que la Udelar fue “el mejor destino” para el ISEF y “lo mejor que le pudo pasar a la formación terciaria pública en el campo de la educación física, el deporte y la recreación”, “si es que se tiene como mayor desafío su desarrollo académico y profesional y la democratización de su ingreso en un ámbito cogobernado”. En su discurso previo a cortar las cintas en la inauguración, Dogliotti relató el proceso de recuperación del edificio, que contó con financiación de la Udelar y fue ejecutado por la Corporación Nacional para el Desarrollo (CND). El presidente del organismo, Jorge Perazzo, estuvo presente entre los invitados de ayer. “Les deseamos a las nuevas generaciones de estudiantes, docentes, egresados y funcionarios que sigan luchando por un ISEF de ingreso libre, mancomunado con el mayor de los crecimientos profesionales y académicos tanto en términos de investigación y de enseñanza como de extensión. Mantengan siempre prendida y viva la llama del cogobierno como una de las más altas conquistas logradas por este paisito, para que dentro de diez años las nuevas memorias puedan ser escritas con la conquista lograda de la Facultad de Educación Física”, expresó Dogliotti en su discurso.

Facultad física

En el ISEF se puede estudiar la licenciatura en Educación Física (cuatro años), la tecnicatura en Deporte (dos años, opción Fútbol en la capital, opción Atletismo en Maldonado y opción básquetbol en Paysandú) o hacer el curso de guardavidas (ocho meses). En la primera carrera ingresaron en Montevideo 800 de 1.398 inscriptos, en Maldonado 298 (había 300 cupos y los dos que sobraron se repartieron entre Paysandú y Montevideo), en Paysandú ingresaron 150 de 207 inscriptos y en Rivera 150 de 265. Antes, para ingresar a la carrera debía rendirse un examen de ingreso, pero 2014 fue el último año en que se exigió. Los aspirantes que no salieron sorteados en 2015 y 2016 ingresaron este año de forma directa. Sí se mantiene el examen de ingreso en el curso de guardavidas, ya que los aspirantes deben, por lo menos, saber nadar. Este curso se brinda este año en Salto, el año pasado se dictó en Maldonado y desde el año próximo se instalará definitivamente en los departamentos de la región este (Maldonado y Rocha).

Dogliotti informó a la diaria que la adjudicación de recursos es imprescindible para poner en marcha el proyecto “a mediano plazo” de crear la Facultad de Educación Física. Para ello hay que tener “más doctores, más magísters, más investigación, más gente con régimen de dedicación total”, entre otras cosas.

El edificio inaugurado ayer tampoco alcanza. Tiene 2.000 metros cuadrados con un gimnasio grande, cinco salones, un auditorio y “el gimnasio de los espejos”, un gimnasio chico “para expresión corporal y gimnasia”. Sin embargo, hay que trasladar oficinas que están “hacinadas” en el local del Parque Batlle e instalar una biblioteca, entre otras mejoras.

Plata guardada

“No hacemos todo bien. Hacemos muchas cosas mal, por lo que tenemos que destacar los problemas que tenemos”, dijo Markarian en el cierre de la oratoria. Para el rector de la Udelar, la inauguración de tres edificios nuevos en tres semanas “sorprende”, pero “en medio de esos logros hay que ver las dificultades que traen aparejadas”: “Aunque parezca mentira, una dificultad que nos trae construir tanto es que no tenemos funcionarios para limpiar, para administrar y para tener bien los edificios”. Sin embargo, anunció que van “a seguir construyendo” e informó de la apertura de una licitación para construir el nuevo edificio de la Facultad de Veterinaria, en la intersección de la ruta 8 con la 102. “Inmensa obra, quizá la más importante de este siglo, y quizá del siglo pasado también”, expresó.

Finalmente, Markarian dijo que saben “lo que queremos de acá a tres años” y agregó: “Tenemos la plata ordenadamente guardada y confiamos en que el llamado adicional al Fondo de Solidaridad siga volcándose a la Udelar”. “Porque 50% de las obras que estamos haciendo ahora, y por dos años, depende del adicional. Qué está mal el impuesto, está mal, pero que no hay que sacarlo es aun más importante. Cuando nos den todo el presupuesto que queremos, eliminaremos el adicional, pero hay que vivir en el mundo real”, añadió.

Chambonadas

El rector de la Udelar, Roberto Markarian, se refirió al nuevo impulso dado por las autoridades a la creación de una Universidad de Educación. “El propósito de hacer universitaria la formación de los profesionales de la educación es un gran esfuerzo que corresponde encarar y hacerlo bien. Lo que no se puede es hacerlo mal. Si lo hacemos mal es peor que si no lo hacemos. Eso es lo que pensamos nosotros”, dijo. El rector señaló que “el esfuerzo de conformar una institución universitaria para la formación de educadores tiene que ser hecho correctamente” y que “está mal declarar universitario a algo porque las circunstancias políticas obligan a hacerlo”. “Estamos en contra de hacerlo así. Lo digo enfáticamente, porque las instituciones universitarias buenas, las nuestras, se hacen con un esfuerzo académico profundo, con formación de gente que sabe, no regalando cargos, no transformando en doctor a alguien que estudió dos meses. Si es doctor, tiene que ser doctor. Tiene que haber hecho estudios sistemáticos del doctorado que sea. Yo también soy doctor pero de una cosa que no importa tanto. El estudio, la sistematicidad del estudio, tiene que exigirse. Empezar a crear cargos, y cargos, y cargos con gente chambona no sirve para nada. Así que la proliferación de instituciones, sean las que sean, es un error, porque si a un mono le dan un fusil, mata. Cuando uno va creando instituciones tiene que tener la capacidad de llenarlas con gente idónea”, expresó. Luego, sobre la Udelar, de la que destacó que es “el principal responsable”, dijo que “no es para hacer barriadas” ni “para formar militantes”; “está hecha para formar el personal superior del país”.