En la tarde de ayer, la Comisión Especial de Adicciones de la Cámara de Diputados, presidida por el frenteamplista Luis Enrique Gallo, recibió a una delegación de parlamentarios argentinos interesados en los diferentes alcances de la Ley 19.172, de regularización de la marihuana. A la salida de la reunión, la diaria conversó con Carolina Gaillard, diputada por la provincia de Entre Ríos perteneciente al Frente para la Victoria (FPV). Explicó que el viaje se organizó desde la Comisión de Acción Social y Salud Pública de la Cámara de Diputados de la Nación (Argentina), que ella preside, porque están estudiando desde el año pasado distintos proyectos de ley para legalizar el uso del cannabis medicinal, “y Uruguay es uno de los países más avanzados en todo lo que tiene que ver con el cannabis”. Agregó que, a su juicio, la Ley 19.172 es “muy buena”, por lo que la querían conocer “de primera mano y en vivo y en directo por los actores que la han trabajado”.

Gaillard señaló que la delegación también fue a hablar con las autoridades del Instituto de Regulación y Control del Cannabis (Ircca), para saber “cómo está funcionando la implementación de la ley”, y así tomarla como ejemplo, ya que en Argentina están trabajando en la reglamentación de la Ley 27.350, sancionada en abril, que tiene como objeto “establecer un marco regulatorio para la investigación médica y científica del uso medicinal, terapéutico y/o paliativo del dolor de la planta de cannabis y sus derivados, garantizando y promoviendo el cuidado integral de la salud”. A diferencia de la ley uruguaya, la del otro lado del charco sólo regula el cannabis para uso medicinal. Gaillard señaló que la ley argentina se elaboró entendiendo que “es un tema de salud y que no tiene que ver ni con drogas ni con adicciones”; no obstante, la diputada piensa que el uso recreativo de la marihuana “es otro debate que tenemos que dar más adelante”.

“Nos vamos muy contentos y satisfechos, porque vemos que han podido elaborar y constituir una ley que contempla todos los aspectos que tienen que ver con el uso del cannabis, tanto el recreativo como el medicinal, y además están avanzando en la implementación de la ley. No es fácil lograr la implementación de las leyes, y más cuando son cuestiones tan complejas como estas. Después de la reunión con el Ircca nos fuimos con la sensación de que han avanzado a paso firme, aun faltando la última etapa, que es la venta en las farmacias. Pero vemos con muy buenos ojos cómo se ha llevado a cabo el proceso en Uruguay”, comentó Gaillard.

A su vez, la diputada argentina señaló que la medicina cannábica fue la manera que encontraron en el país vecino para poder derribar “algunas barreras y prejuicios que había en la sociedad”, y agregó que en Argentina hay médicos especialistas que están trabajando con ese tipo de medicina. La diputada subrayó que la ley tiene como eje la elaboración para uso medicinal, “para que toda la población acceda”, pero también prevé que las universidades investiguen, “para conocer otros beneficios posibles para otras patologías sobre las que ya se conoce que tiene efectos positivos”.

Epilepsia refractaria, distintas encefalopatías, fibromialgia y cáncer son algunas de las patologías por las que “muchos pacientes” están usando el aceite de cannabis que los médicos prescriben, ya que la ley les dio el marco legal para hacerlo, indicó la diputada del FPV, pero comentó que todavía no se pudo implementar que los laboratorios públicos de su país puedan producir los aceites.

“Los aceites que prescriben los médicos los hacen cultivadores que hoy están penalizados. En Argentina, una madre que cultiva hoy tiene una pena de cuatro a 15 años de prisión, porque el cultivo, aun con fines medicinales, está penalizado”. Sin embargo, “la ley establece un registro de usuarios medicinales, y todo aquel que esté inscripto en él está exento de la penalidad”, indicó la diputada entrerriana, y subrayó que en la reglamentación de la ley argentina “hay que establecer el control de la sustancia, para que el paciente acceda a una sustancia segura. Porque estamos con un problema: el control de lo que se está tomando como aceite medicinal”.

Por último, Gaillard dijo que el laboratorio público argentino se contactó con el Ircca para “conversar acerca de la materia prima y las especificaciones técnicas” del cannabis, y también sobre sus “variedades y especies”. Además, indicó que la ley de su país “establece el aprovisionamiento a través de la importación”.

Los nuestros

El diputado del Partido Nacional Álvaro Dastugue integra la Comisión Especial de Adicciones. Luego de la reunión dijo a la diaria que mantuvieron un “diálogo ameno” con la delegación de parlamentarios argentinos, y que le contaron a sus pares que en Uruguay también comenzaron a trabajar “en el tema del cannabis medicinal”. Respecto de su visión personal, el diputado indicó: “Todavía no tengo la certeza de cuál es mi postura, porque no he estudiado ni analizado el tema. Me gustaría ver experiencias internacionales y también escuchar a la academia sobre el tema del cannabis medicinal”.

Sobre los alimentos a base de cannabis, Dastugue dijo que “mientras que tengan todos los registros y se hagan todos los procesos, y el Ministerio de Salud [MS] pueda decirle a la población que no hay nada de malo en que una yerba sea cannábica, la responsabilidad irá por el MS”, y agregó que el cannabis es una planta, y como tal “se pueden secar y usar para tomar mate, mientras no altere y no sea cannabis recreativo”.

Por otra parte, la diputada del Frente Amplio Susana Pereyra, también integrante de la comisión, dijo a la diaria que le parece “muy interesante” que haya intercambios a nivel “de los parlamentarios del Mercosur” para saber cuál es la experiencia en cada uno de los países. Además, indicó que la delegación argentina “está trabajando en algo que a nosotros todavía nos queda terminar de laudar, que es la marihuana medicinal, pero tenemos el compromiso y la necesidad”.

El Decreto 46/015, que reglamenta la Ley 19.172, dice que está permitida la plantación, el cultivo, cosecha, acopio y comercialización de cannabis “para ser destinado, en forma exclusiva, a la investigación científica, o a la elaboración de Especialidades Vegetales o Especialidades Farmacéuticas para uso medicinal”, entendiendo por esta última a “todo medicamento simple o compuesto a base de cannabis (psicoactivo y no psicoactivo) con nombre registrado en el Ministerio de Salud Pública de fórmula cuali-cuantitativa declarada, fabricada industrialmente y con propiedades terapéuticas comprobables, que se comercializa en determinadas unidades de venta”.

Pereyra sostuvo que “no se puede” cubrir el tema de la marihuana medicinal “con los mismos requisitos que los medicamentos”, porque requiere una inversión muy grande que no es posible, y señaló que una de las soluciones que están barajando es darle a la marihuana medicinal la categoría de “fito” –significa “planta” o “vegetal”–, “que tiene que ver con los yuyos, como un medicamento alternativo”. Agregó que en las farmacias “hay varios medicamentos a los que no se les piden los mismos requisitos que a la industria farmacéutica”.“Estamos haciendo investigación al respecto, pero todavía no hemos podido laudarlo ni llevarlo como proyecto”, concluyó Pereyra.