En el actual panorama de competencia entre nuevos gigantes mediáticos todoterreno, el ingreso de Facebook en la producción de series, que se concretará pronto, no llama la atención, y sólo cabía esperar que se realizara con una fuerte inversión, recuperable al contar con un nuevo formato al que vincular publicidad. Esto se confirma con la noticia de que la empresa de Mark Zuckerberg mantuvo contactos con importantes agencias de representación de artistas, y les informó que está dispuesta a pagar hasta tres millones de dólares por episodio de 30 minutos de cada una de las series que se propone lanzar, y que incluirán desde comedias a dramas, en paralelo a sus proyectos de reality shows y a piezas breves de cinco o diez minutos. También se supo que, en esa amplia gama de programación, Facebook quiere evitar los temas vinculados con la política, y también los programas con desnudos o “lenguaje grosero”. O sea que, al menos en primera instancia, su oferta se diferenciará de las emblemáticas de otros competidores, como House of Cards (Netflix) o Game of Thrones (HBO), apuntando al entretenimiento apto para todo público y para ver en familia.