Un trío de croquetas de coliflor compite con unas papas fritas. ¿Podrá? ¿Y unas zanahorias quemadas? ¿Y unos puerros con queso derretido? ¿Qué sorpresa traerá un hummus, a esta altura? ¿Pedir o no pedir milanesa napolitana?

Viene el mozo, Goyo, un venezolano de San Cristóbal, y cuenta que es la bechamel de las croquetas, o capaz que la combinación de ingredientes, lo que deja la impresión de haber probado algo más suculento, sospechar la intervención de un fiambre que al fin, corroboramos, no tienen. Total, que el vegetal tantas veces relegado se defiende solo.

En cuanto al puré de garbanzos, ni luce ni es como siempre: llega a la mesa en alianza con una muhammara, esto es, una pasta de morrón rojo, coronada por garrapiñada salada, con la escolta de rodajas de pan de campo caliente para darle soporte (hay alternativa sin gluten).

Foto del artículo 'Abrió otro Pantagruel en la “vieja esquina nueva” de Obligado y Maldonado'

Foto: Camilo dos Santos

Entonces una va entendiendo lo que pasa: la carta es tan parca que induce al diálogo o a dejarse llevar por lo que la cocina decida sacar para aprovechar mejor lo que ofrece el mercado. Viene un cordero asado con gremolata, y en ración aparte, las papas panaderas con huevo frito, que pueden jugar solas o como guarnición, porque cada presentación lleva un complemento untuoso, como una base de cremoso de arvejas y brócoli que suma expresividad. El servicio es en bandejas y el comensal indeciso hará bien en compartir, aunque al final no sepa a qué plato correspondían las cebollas encurtidas ni le importe mucho. La milanesa con fritas, cuyo tamaño describen con dos manos bien alejadas, la costilla de lomo, el lechón, la pasta, la pesca del día, tendrán que esperar a una segunda visita.

Suéltame, glotón

La esquina de Obligado y Maldonado forma parte de esa lista de direcciones fijadas como un latiguillo por obra de un spot radial de larga rotación. Sin olvidar que Pantagruel fue parte de cierto despegue gastronómico de los 90 –había carnes de caza y el restaurante de mantel incurría, además, en platos de otras latitudes– y tuvo encima la originalidad de permanecer abierto más que la norma. Hasta el distintivo mural del personaje de François Rabelais resistió 26 años en la fachada; ahora hay un cuadrito, flanqueando la entrada, que lo recuerda.

Foto del artículo 'Abrió otro Pantagruel en la “vieja esquina nueva” de Obligado y Maldonado'

Foto: Camilo dos Santos

Fue imposible desprenderse de un nombre casi acoplado a las llaves del lugar, entendieron los nuevos socios, Maru Cortinas, Sofía Bayarres y Álvaro Russi, que está a cargo de la cocina. “Para los tres, en el momento gastronómico que estamos, es volver a lo que nos gustaba hacer”, dice Maru. La buena mesa, para ella, tiene algo de “aprender a comer fuera como en casa”, con ingredientes clásicos. “Llegamos con la idea de hacerle un guiño a la gastronomía”, agrega. “Venimos hace rato acompañando el crecimiento de Montevideo y está buenísimo. Pero este plan de ‘me como una tapa por 700 pesos y no me llena’ no nos representa”.

En este Pantagruel, aunque venden cerveza artesanal, se preocuparon por tener Norteña de litro y el vino –25 etiquetas nacionales seleccionadas por la sommelier Antonella De Ambroggi– se sirve en vaso. Y en honor al pasado de la esquina, al mismo tiempo tienen un pollo a la sidra y un tiramisú que los viejos clientes sabrán apreciar.

Maru empezó hace unos 11 años trabajando en Perillán, el restaurante de su hermana Fernanda, en La Pedrera. Ahí fue donde conoció a Russi y, juntos, los tres abrieron Pez Globo. Después, cada uno acumuló vivencias distintas: Maru viajó por años y practicó esa capacidad de armar equipo y tratar con el público que la divierten. “Yo hago que las cosas pasen”, tira a modo de currículum; hace cinco, con otra gente, se acopló a La Chingada, que ya dejó. Russi, por su parte, siguió afinando el oficio en sitios como Mingus y Misión Comedor.

Desde julio del año pasado estos treintañeros venían reordenando un sitio que permaneció cerrado al público desde antes de que la pandemia le diera un golpe de gracia a la gastronomía (durante un tiempo allí funcionó, como cocina ciega, un delivery de hamburguesas). Lijaron, pintaron, despejaron la claraboya, pusieron una hilera de plantas colgando de una viga y más verde en otros rincones; el mobiliario midcentury alternando con registros algo más recientes, pero que responden a una domesticidad común.

Foto del artículo 'Abrió otro Pantagruel en la “vieja esquina nueva” de Obligado y Maldonado'

Foto: Camilo dos Santos

Con sus propias manos le dieron forma a un bar restaurante que desde fines de abril viene llenando el salón para 42 personas, contando las barras, y ya ofrece mantas para quienes elijan las mesas de la vereda, donde caben otras 33. Piensan que el tiempo en obras fue como una campaña de expectativa entre los vecinos. Próximamente ofrecerán también almuerzos y tés de martes a viernes, y en una segunda etapa planean habilitar la azotea con parrillero.

Pantagruel, en Obligado 1199 y Maldonado. De martes a sábados desde las 19.00. Los fines de semana también al mediodía, con otra carta, más cercana al brunch. Los platitos rondan los $ 300 y los platos van de $ 450 a $ 680. El vermú tirado es Rooster y el café de especialidad, de Forajida. Al llegar sirven agua filtrada. Por el momento trabajan con efectivo, transferencia o Mercado Pago.


DeGusto en Carrasco

Este fin de semana vuelve al parque Grauert la feria gastronómica DeGusto. ¿Qué esperar? Originales creaciones dulces y panificados de Santé y Brecha, sabores orientales en Cantina Asiática, Taste of India, Umami, Sushi True y El Gran Pez, delicias varias de Francis, Gato Nero, Deliss, Lo de Filo, Nona, Vení Mañana y Bardot. Habrá además un mercado de productores locales, café, bebidas, arte y música. La entrada es libre y los horarios para el sábado son desde las 12.00 a la medianoche y el domingo hasta las 20.00.

Feria de economía solidaria

Hasta el sábado, de 10.00 a 19.00, funciona una nueva Feria de la Economía Social y Solidaria en plaza de los Treinta y Tres (18 de Julio entre Minas y Magallanes), en la que participan unos 50 emprendimientos vinculados a la Intendencia de Montevideo.

Jurados dulces se buscan

Quien no se tenga fe como cocinero quizás confíe en su paladar. Para esos, desde el 15 hasta el 22 de mayo están abiertas las inscripciones online para participar como jurados en la Selección Uruguaya al Mundial de Tiramisú. Tras colmar los cupos para concursantes, el Istituto Italiano di Cultura convoca a quienes deseen desempeñarse como jueces en la definición de los finalistas, que será el sábado 10 de junio.

Para vivir esta experiencia, que será voluntaria y gratuita, es necesario ser mayor de edad y completar un test sobre las reglas del concurso, que estará disponible desde el lunes en tiramisuworldcup.com/es/jueces/.

Malvín se mueve

Este sábado de 11.00 a 18.00, en Decroly, entre Michigan y Estrázulas, habrá una fiesta callejera con juegos, mercadito itinerante, libros y comida, a beneficio del reacondicionamiento de la biblioteca Luisa Otaegui, de la Escuela Experimental. Esto tiene que ver con que el próximo Día del Patrimonio se centrará en “La construcción de escuelas y liceos” y tres arquitectos, Alfredo Jones Brown, Juan Antonio Scasso y José Scheps. Como justamente el edificio de la Experimental es obra de Scasso y está categorizado como patrimonial, será una oportunidad para desarrollar actividades y para poner en valor la construcción.

Carnaval, cabildo y migración

Con degustación de sabores migrantes de la red de emprendimientos de origen venezolano depana.uy, el Municipio B dará la bienvenida a los vecinos que acompañen su rendición de cuentas. El Cabildo tendrá lugar este sábado entre las 10.00 y las 14.30 en el Museo del Carnaval (Piedras entre Pérez Castellano y Maciel). A partir del mediodía, el colectivo de emprendedoras abrirá una cantina donde ofrecerá platillos típicos de la gastronomía venezolana.