Tanto la directora de Cultura de la Intendencia de Montevideo, María Inés Obaldía, como el presidente de la Cámara Uruguaya del Libro, Álvaro Risso, consideraron que la edición 45 de la Feria del Libro, que finalizó el domingo, mantuvo la convocatoria de 2022.

Aunque todavía no se manejan datos precios, Risso compartió con la diaria sus “impresiones y percepciones”. Lo principal, manifestó el responsable de la librería y editorial Linardi y Risso, es que “la feria como evento cultural está muy fuerte”.

“Con el correr de los años la feria ha crecido mucho. Tuvimos 150 actividades y fue difícil encontrar alguna sin un marco de público adecuado. Me sorprendió que prácticamente todas tuvieran un público entusiasta, incluso a veces haciendo cola para entrar. Además, en todo momento había escritores, intelectuales, gente de la cultura participando como asistentes en distintas actividades. Uno se los topaba constantemente. En este sentido, la feria como momento literario está en un punto muy alto. En nuestro país no hay evento dedicado al libro que se le acerque. Es por lejos el más importante del país”, apuntó Risso y agregó que el cometido de promover y difundir la cultura de la lectura, que está en los estatutos de la cámara, “está totalmente logrado”.

Obaldía, por su parte, dijo el domingo en diversos informativos televisivos que la feria “de ventas estuvo empatada, de presencia de público, en presentaciones, en debates, en encuentros y en coloquios superándose ampliamente”.

En cuanto a lo comercial, el presidente de la cámara opinó que depende de cada expositor, aunque en general cree que fue buena. “Hubo 45 stands y cada uno puede tener una realidad. Probablemente las ventas hayan sido parejas con relación al año pasado, con una coyuntura en general muy compleja, no sólo para el libro. Me refiero a los viajes de los uruguayos hacia Argentina. Eso influye mucho en el comercio en general y en el del libro también. Eso se vio también en la feria, que cerró con un fin de semana largo”.

En el mismo sentido, Obaldía declaró ante cámaras el domingo: “Obviamente el tema de Argentina pesa en la economía de nuestro país. Este es un fin de semana largo, además, estamos cerrando la feria en un fin de semana que también ha tenido un feriado en Argentina, por lo tanto es complejo el fenómeno desde el punto de vista comercial”.

Risso sostiene que, en parte, quienes hacen turismo en Argentina y quienes concurren a la feria son grupos con muchas conexiones. “Entiendo que hay un público en común: gente con determinado poder adquisitivo que consume cultura y consume viajes; intuitivamente parece un público similar”.

Este año, los últimos días de la feria coincidieron con un fin de semana largo (se trasladó el feriado del 12 de octubre al lunes 16) y el turismo hacia Argentina se incrementó, como viene sucediendo en este tipo de situaciones desde que la diferencia de precios favorece a los uruguayos.

De acuerdo a algunos expositores, además, tanto en 2022 –cuando no hubo “finde largo”– como en 2023 se dio la particularidad de que la primera semana de la feria, que se extiende durante 15 días, tuvo más convocatoria que la segunda, mientras que tradicionalmente era al revés.

En todo caso, Risso maneja evidencia de que la feria también fue exitosa en lo comercial: “Es una zafra para el libro nacional, porque es la época del año en que se lanzan más publicaciones. Los editores trabajan su calendario y al aproximarse la feria publican más. Eso quiere decir algo: le dan prioridad a la feria para organizar sus lanzamientos. La venta de stands para los expositores, además, se agota rápidamente. Cada año nos piden más stands, y muchos que tienen dos ahora piden tres, y así. Los espacios para actividades también se completan rápidamente y hay lista de espera. En todos los aspectos, la feria nos pide crecer. El que tiene dos stands pide tres, y así. Significa que hay un resultado”.

En 2024 la Cámara del Libro cumplirá 80 años. “Es una fecha que merece un esfuerzo”, afirmó Risso, y adelantó que la mirada ya está puesta en la próxima feria. Por lo pronto, en reuniones de la cámara con la intendencia –las instituciones organizadoras de la Feria Internacional del Libro de Montevideo– ya se estableció que volverá a realizarse en octubre.