El último concierto sinfónico de 2023 de la Banda Sinfónica de Montevideo será muy especial. Bajo la dirección de Martín Jorge, comenzarán interpretando la suite orquestal de Gustav Holst Los planetas este martes en el teatro Solís, para después llevarla al exterior de la sala Lazaroff, el teatro Florencio Sánchez del Cerro y finalmente en la exterminal Goes, donde se agregarán visuales de Miguel Grompone y ambientación lumínica de Leticia Martínez.

“Es una obra que en Uruguay es poco frecuentada en el ámbito sinfónico”, contó Jorge a la diaria. “Es una obra ambiciosa en cuanto al lenguaje y los recursos musicales. Una obra que, desde mi punto de vista, debería ser de esas que cada una o dos temporadas un organismo tiene que frecuentar. Hace muchísimos años que no se hace en Uruguay, y en versión completa la Banda no la había hecho nunca”.

Jorge explicó que el repertorio de “lo que la gente llama música clásica” suele ser acotado en años. “Música más o menos compuesta entre 1750, digamos la época de Haydn o Mozart, hasta 1920, la época de Ravel y Debussy. Centrándose mucho en la música del siglo XIX, que fue la gran explosión de la música sinfónica, porque antes de esa época el concepto de música instrumental, de ir a escuchar solamente un discurso sonoro, no existía”. Y el final de esa era coincidiría con factores tales como “la explosión de la industria fonográfica, las limitaciones de la Primera Guerra Mundial y el desarrollo del audiovisual y el cine”.

Los planetas surge en los últimos años de ese período, en paralelo con la Gran Guerra. “Estoy seguro de que parte de ese estado de ánimo europeo afectó el pensamiento del compositor. Plantea enormes desafíos musicales al elenco y creo que es súper enriquecedor, porque el que nos plantee desafíos nos obliga a tener una atención distinta”, agregó el director. “También la obra es un desafío para el público, porque cuando vos llegás al final de una obra esperás que, después de haber pasado por muchos estados de ánimo, el sonido se reviente todo. Nosotros les llamamos finales chimpuncísticos. Y esta obra termina exactamente en el lugar opuesto, prácticamente en silencio”, dijo el director.

“Creo que el discurso musical que él emprende de alguna manera te va alejando del sol y cada vez se va más hacia lo desconocido, hacia lo más lejano, lo más frío. Arma un enorme discurso musical que pasa por muchos estados de ánimo, y te deja en un silencio que es como infinito. Es un desafío para la audiencia, de acompañar ese proceso y ese devenir musical, y nuestro desafío como elenco de servirlo de la mejor manera. Lo que queremos es que la gente salga de acá y que escuche la obra en Youtube, que quiera saber más y que busque otras versiones”, expresó.

Como de costumbre, habrá momentos didácticos a cargo del director, como el que parte del uso que Holst hacía de melodías de la música popular británica. “Muchas melodías son populares. Júpiter, uno de los momentos más conocidos, más espectaculares, tiene una especie de himno central que escuché en uno de los funerales de Estado que hubo por toda la solemnidad que tenía ese pasaje, que en realidad recogía una antigua melodía de muchísima tradición en Gran Bretaña. Y eso es lo que genera una inmediatez con el público, porque las tonadas populares que están metidas en la gente en su sencillez encierran una conexión con una verdad que conecta mucho con la gente”.

Jorge también mencionó la influencia que la obra de Holst tuvo en compositores como John Williams. “Hay parte de la música que resulta conocida a través de algunas películas, y fue inspiración también para La guerra de las galaxias. En el concierto vamos a hablar de eso, de los fragmentos de Los planetas que inspiraron la música de La guerra de las galaxias”.

Los planetas, de Gustav Holst. Martes 28 en el teatro Solís, miércoles 29 en la sala Lazaroff, jueves 30 en el teatro Florencio Sánchez y viernes 1° en la ex Terminal Goes. Todas las funciones a las 20.00.

Uruguayos que triunfan en el exterior

La charla con Jorge incluyó un reconocimiento a Augusto Techera, nuevo director de producción artística del teatro Maestranza de Sevilla. “Es uno de los gestores fundamentales que tiene Uruguay, representante de una generación y a su vez una mirada de gestión cultural específica en todo aquello que se llama el teatro lírico, que agrupa la música sinfónica, el ballet, la lírica y la ópera”, destacó el director de la Banda Sinfónica. Estando en la Intendencia de Montevideo, donde tuvo una mirada vinculada con la descentralización, cruzó el charco. “Fue convocado por el teatro Colón de Buenos Aires, que es uno de los más grandes del mundo. Hizo una carrera brillante en Argentina y de ahí fue convocado por el Teatro de la Maestranza, que no es de las dimensiones del Colón pero sí del primer circuito europeo”. Señaló que los uruguayos que se van, si no son “del deporte o el jet set”, pasan desapercibidos, y citó a la prensa española, que habló de “gran fichaje”. “Un hombre de cultura que, a pesar de tener una carrera internacional y estar fuera de Uruguay, siempre ha estado mirando Uruguay y Montevideo atentamente, desde el lado de una colaboración profunda y sincera”.