En la amplia discoteca mental de Nico Cotton, “Me pa” (compuesto por Ruben Rada y Ricardo Nolé para el disco Pa’ los uruguayos, de 1989) quedó catalogado como un “temazo” que puede mover rápidamente desde las carpetas en las que guarda sus años de estudio en un ensamble de percusión en el barrio de Caballito hasta las actuales, mucho más desordenadas y heterogéneas, en las que, de todos modos, encuentra lo que busca con facilidad: el candombe, la salsa, el jazz o un coro de murga, como el que le pedía “Esperanza”, una melodía pop de la cantante argentina Silvina Morena que resolvió con un viaje exprés a Montevideo y algunas horas de grabación con Agarrate Catalina.

“¿Cómo va todo por allá?”, pregunta, siempre amable, del otro lado del teléfono. “Por acá es un quilombo”, dice entre risas desde su casa en Buenos Aires. No hace mucho, a mediados de setiembre, estuvo por aquí, metido en las perillas de un próximo lanzamiento de No Te Va Gustar: “Fue espectacular trabajar con ellos, y no sólo porque es una banda con una trayectoria increíble”, cuenta sobre su experiencia con el clan de Emiliano Brancciari. “Me parecieron excelentes personas y me trataron de diez. Creo que hicimos una canción que quedó muy linda; yo puse mi granito de arena, siempre respetando la esencia de la banda”, adelanta sobre un tema que se estrenará en febrero.

Cotton se reconoce fan de Jorge Drexler, especialmente de su etapa con Juan Campodónico como productor. “Son esos discos en los que parás la oreja y que obviamente influyeron mucho en mi trabajo”, confiesa.

Ante una posible coronación

El jueves de noche, el argentino ocupará un lugar privilegiado en las butacas del Palacio de Congresos y Exposiciones de Sevilla (España) como uno de los más expectantes protagonistas de la edición número 24 de los premios Latin Grammy en su rol de productor estrella y hacedor de hits musicales.

“Hay proyectos que tienen mucha visibilidad y generan cosas a las que resulta difícil acostumbrarse. Hace poco, me subí a un taxi en Miami, estaba sonando ‘El merengue’ y fue medio surreal. Con el tiempo naturalizás que te pase algo así, pero no deja de ser gracioso”, reflexiona, a propósito del éxito de la canción del colombiano Manuel Turizo y el DJ estadounidense Marshmello, que le valió una de sus cuatro nominaciones, en este caso, a la Mejor canción tropical del año.

Cotton también estará atento a las categorías Productor del año, Mejor álbum de rock/pop (por el disco Tripolar, de los argentinos Usted Señálemelo) y Mejor canción de música urbana (por “Automático”, de su compatriota María Becerra). Sólo le resta un poco de suerte para obtener alguno de los galardones más preciados de la industria musical, luego de haber superado las diez nominaciones, en los últimos cuatro años de la afamada premiación, en su versión latina.

Con su sello

En su lista de artistas impulsados a la popularidad o vueltos al ruedo a través de su trabajo en el estudio de grabación, el primero fue Axel, con quien coincidió en Ser (2017), el octavo disco del crooner argentino. Le siguen un grupo de selectos entre los más jóvenes, unidos por el boom de la música urbana en Buenos Aires y en el resto de América Latina. Como ingeniero de sonido, responsable de mezcla o productor, trabajó con Nicki Nicole, Wos, Ca7riel, Paco Amoroso, Cazzu y Tiago PZK, entre otros.

Más ligado al rock y al pop, logró una efectiva fórmula para revivir la raíz común de Charly García y Luis Alberto Spinetta, con Mateo Sujatovich y su proyecto Conociendo Rusia, le inventó una vibra futurista al folclore de la colombiana Elsa Margarita Carvajal, más conocida por las canciones de Elsa y Elmar, y ecualizó la elegancia, el soul y el melódico internacional del cordobés Juan Ingaramo.

También fue convocado por artistas consagrados de su país como Soledad Pastorutti y Abel Pintos, y por el innovador Jaime Martín James (Louta).

“Creo que no tengo un estilo en particular a la hora de producir, o predilección por algún género”, señala. “Puedo echar mano a cualquier ritmo y mezclarlo como si fuese una licuadora. Me veo como un hacedor de ideas y un acompañante musical de cada proyecto que tiene que lograr que un tema o un disco quede pronto”.

Cotton nació en 1988 y tampoco reconoce una década en particular que haya definido sus gustos musicales; en todo caso, puede elegir artistas y discos en cada una. “Para empezar, tengo que nombrar a The Beatles y George Martin. Ahí tenés una relación de productor y artista que duró muchos discos. Martin tenía una mano mágica, especialmente para lo orquestal, pero lo más importante, si por ejemplo te fijás en los registros de grabación del Sgt. Pepper’s..., es que los tipos, sobre todo Paul McCartney, estaban siempre en la búsqueda, y el chabón los acompañaba muy atento en esa búsqueda”, explica, y agrega entre sus predilectos a los británicos Bee Gees y al músico y productor musical Jeff Lynne, líder y fundador de Electric Light Orchestra e integrante de los míticos The Traveling Wilburys.

“A veces no hay razón para adaptarse a las masas”, dice respecto de las expectativas y solicitudes que reciben los de su rubro de parte de músicos que persiguen el éxito comercial. “Si la esencia de tu proyecto es muy diferente a lo que está sonando en el momento, hay que respetar eso. Creo que en el arte uno debe morir con lo que tiene para proponer. No necesariamente te vas a convertir en un artista de reggaetón porque es el ritmo de moda. La música que hacés tiene mucho que ver con lo que sentís, así que mi consejo para quienes están dudando hacia dónde seguir es: mantenete conectado al sentimiento y no a lo que vende”, concluye.