A la noche en el Franzini no le faltaron goles. Defensor y Nacional igualaron 3-3: Mauricio Pereyra abrió el marcador para el tricolor a los 11, cuando Defensor jugaba mejor que la visita. A los 23’ se hizo justicia cuando Octavio Rivero puso el empate. Para el complemento, el encuentro siguió en la misma sintonía, la viola jugaba mejor y lo demostró a los 52’ con el tanto de Brian Mansilla, aumentando la cuenta dos minutos después Anderson Duarte. El tricolor volvió a marcar gracias a la pena máxima a los 59’ con Gonzalo Carneiro como artillero y a los 86’ el recién ingresado Federico Santander puso una igualdad que no festejó ninguno.

Por el buen camino

Para hacerle frente a la cuarta fecha del Apertura, Álvaro Recoba movió bastante el equipo con respecto a su último partido, en el que cayó 1-0 ante Always Ready por la Copa Libertadores en la altura. En su plan de rotación, volvieron a la titularidad Diego Polenta y Gonzalo Carneiro, entre otros, y fueron reservados Lucas Sanabria, Francisco Ginella, Franco Romero, Gabriel Báez y Antonio Galeano.

Defensor, por su parte, venía en racha: 2-1 a Racing, 1-0 a Plaza Colonia por la Copa Uruguay y 5-0 a Cerro, un envión anímico perfecto.

El partido tuvo un punto de quiebre cuando el local se distrajo con una jugada preparada que le costó carísimo: la viola se concentró en una construcción colectiva desde un tiro de esquina, y Diego Zabala, solo en la zona caliente, forzó una linda llegada al área del violeta. Carneiro se posicionó perfecto ofreciéndoles a sus compañeros sus servicios, que no fueron necesarios, porque en esa transición rápida Zabala recibió y se la pasó a Pereyra que la puso en el ángulo, en un contragolpe perfecto que agarró mal parada a la defensa de Varini.

Los goles cambian los partidos y este tanto despertó a los del Parque Rodó. No se apagó para nada Defensor, siguió insistiendo en el juego, siguió acercándose con intentos de Anderson Duarte y Rivero.

A los 15 minutos, cuando ya había pasado de todo, el resultado en el marcador era mentiroso, y volvió a aparecer Rivero, esta vez para mandarla a guardar dejando sin nada para hacer a Mejia.

Una mala para Nacional: Renzo Sánchez salió lesionado antes del descanso y en su lugar ingresó Osinachi Ebere.

Otro cantar

La viola volvió a plantarse en la cancha como el que más intentaba en el segundo tiempo, con una rápida recuperación tras pérdida y creatividad para llegar al área rival, mientras que Nacional terminaba de acomodarse buscando por dónde lastimar.

Al comienzo del complemento, Rodrigo Chagas sacó en la línea el intento de Mansilla. Se notó que Defensor seguía mejor parado cuando el mismo jugador la mandó adentro y enseguida, para colmo de males en la visita, llegó al tercero Duarte.

Para ese momento no había dudas de que el resultado en el marcador era justo, aunque no era que a Nacional no le salieran las cosas, sino que no estaba fino. Pero el tricolor tuvo la mejor arma posible cuando las cosas no estaban saliendo como se esperaba: a los 59’ fue bajado Zabala en el área y Carneiro cambió penal por gol y puso el 3-2. Ese resultado parcial les dio esperanzas a los dirigidos por Recoba.

Renzo Giampaoli le cerró un gol a Jeremía Recoba, el juvenil que se ganó en buena ley estar en la Primera, algo que demuestra cada vez que ingresa desde el banco de suplentes, ya que suele ser desequilibrante.

Pasaban los minutos y la disputa continuaba con mucha adrenalina hasta que llegó el tercero de los albos: Santander ganó en tierra de gigantes e hizo que en la tribuna afloraran emociones.

El encuentro terminó en empate y parece justo, porque Defensor empezó mejor y tuvo la actitud de ser superior a un rival de gran categoría, pero Nacional, atendiendo justamente a ese aspecto, supo revertir lo que era una derrota con las armas de un equipo grande, buenas individualidades y calidad para el gol.