Según la última medición del índice de confianza del consumidor (ICC), elaborado por Equipos Consultores y la UCU Business School, el indicador volvió a mejorar en octubre, ubicándose en torno a 54,8. De esta manera, la confianza se mantuvo dentro de la zona de moderado optimismo, delimitada por el umbral que se extiende entre valores que van de 51 a 59. Esta variación representa un aumento de 3,4 puntos con relación a la medición de agosto (bimestral) y una mejora de 5,4 puntos en términos interanuales.

Tomando como referencia la variación bimestral, la mejora del indicador fue impulsada por los tres subíndices que lo componen, aunque la intensidad de los avances de cada uno fue heterogénea. Concretamente, el mayor impulso respondió a una mayor predisposición a la compra de bienes durables (electrodomésticos, vehículos e inmuebles), cuya medición aumentó seis puntos frente al registro de agosto. En menor medida, pero en la misma dirección, contribuyeron en la mejora de la percepción en torno a la situación del país (avance de 3,7 puntos) y a la situación personal (con una expansión más magra de 0,5 puntos).

Por otra parte, al contrastar el último dato desde la perspectiva interanual, la mejora del ICC también fue producto de un incremento generalizado en lo que refiere a sus tres componentes: la predisposición a la compra de productos durables y la percepción sobre la situación personal avanzaron 5,5 puntos, mientras que la percepción sobre la situación del país se incrementó en 5,3.

Como complemento de lo anterior, el resto de los indicadores de expectativas relevados mostraron resultados dispares en la medición de octubre. Por un lado, mejoraron las expectativas de desempleo con relación al relevamiento realizado en agosto, siendo similares a las que habían sido recogidas en el mismo mes de 2022.

En lo que refiere a la inflación, se constató un deterioro en términos bimestrales, que contrasta con lo que se desprende al analizar la información desde una óptica interanual. Esto es consistente con la moderación inflacionaria que tuvo lugar el último año y con el reciente repunte que experimentaron los precios en octubre. Por último, en el caso de los ingresos, las expectativas sugieren un deterioro bimestral pero un mayor optimismo al contrastarlas con el relevamiento realizado un año atrás.