El dato

En su discurso ante la Asamblea General del día 2 de marzo de 2023, el presidente de la República, Luis Lacalle Pou, anunció un conjunto de medidas que incluyeron modificaciones tributarias en el IRPF. En los gráficos se muestran los efectos de los cambios en la primera franja de las deducciones de 10% a 14% y el aumento del ficto por hijo menor a cargo, de acuerdo a los niveles salariales para el caso de personas sin hijos y con dos hijos. Este análisis no incluye el impacto del aumento anunciado en el tope del costo de la vivienda para deducciones por crédito hipotecario de 109.000 a 137.500 dólares, ni del crédito para arrendamiento de inmuebles de 6% a 8%. Tampoco incluye el aumento en el IRPF a partir de la caída real del valor de la BPC realizada por el gobierno entre 2020 y 2022.

Para trabajadores sin hijos, el beneficio alcanza a los que tienen salarios nominales mayores a 50.000 pesos y un poco debajo de 85.000 pesos. El monto mensual del beneficio oscila entre 350 y 630 pesos. El máximo beneficio del cambio anunciado para los trabajadores sin hijos equivale a un aumento menor a 1% para salarios de 80.000 pesos nominales, aproximadamente.

Para quienes tienen dos hijos a cargo y deducen el 100% del IRPF por cada hijo, el impacto puede llegar a un máximo de 2.000 pesos mensuales en el caso de salarios algo menores a 85.000 pesos nominales. Este beneficio se reduce a 500 pesos para todos quienes ganan más que esa cifra. Para estos últimos, el impacto por hijo es de aproximadamente 250 pesos por mes.

Foto del artículo 'Gráfico de la semana: ¿a quiénes alcanza este “alivio fiscal” y por qué montos?'

El contexto

¿Cómo se leen los gráficos?

En el eje horizontal se presentan los diferentes niveles salariales en términos nominales. Por otro lado, en el eje vertical se indica la magnitud de la reducción mensual de IRPF. Por tanto, la altura de la línea a cada nivel salarial indica el monto de “alivio” mensual de los cambios anunciados.

¿Cómo funcionan las deducciones?

Las deducciones son beneficios económicos que en la práctica elevan el monto mínimo a partir del cual se comienza a pagar efectivamente el impuesto. Los gastos que se pueden deducir del pago del IRPF son los aportes jubilatorios obligatorios, los aportes al Fonasa, un monto ficto por hijo menor a cargo, los arrendamientos de alquileres y las cuotas por crédito hipotecario. Las deducciones hacen que el monto a partir del cual cada persona comienza a pagar efectivamente el IRPF varíe según su situación.

¿Cómo cambia el salario líquido de un trabajador con un salario nominal de 55.000 pesos?

Para las personas sin hijos a cargo o que no deducen su IRPF, el salario líquido aumentaría 431 pesos por mes; en caso de tener un hijo aumentaría 262 pesos, y con dos o más hijos no mejoraría. ¿Por qué? Porque con dos hijos o más, un salario nominal de 55.000 pesos hoy ya no paga IRPF.

¿Quiénes son los más beneficiados por estas medidas?

Los beneficios anunciados alcanzan su valor máximo para salarios nominales cercanos a 80.000 pesos. Para estas personas, el beneficio máximo en el caso de no tener hijos a cargo es de 627 pesos por mes, de 1.335 pesos para los que tienen un hijo a cargo, y para quienes tienen dos hijos aumenta a 2.042 pesos y deducen el 100% del impuesto.

¿Cuál sería la magnitud fiscal de la medida?

Los beneficios son moderados, lo cual es consistente con una renuncia fiscal acotada, de aproximadamente 80 millones de dólares. Cabe señalar que aumentar deducciones parece una mejor opción a modificar franjas o aumentar el mínimo imponible, en tanto contribuye a individualizar el impuesto. Sin embargo, el impacto sigue siendo regresivo, en tanto sólo 30% de los trabajadores pagan IRPF.

¿Qué otras opciones de política podrían haberse tomado con ese margen fiscal?

De haber margen fiscal, rebajar el IVA (un impuesto regresivo, ya que los sectores medios y de menores ingresos gastan casi todo su ingreso en consumo), o, mejor aún, incrementar el gasto social destinado a niños, niñas y adolescentes y mujeres jóvenes hubiese tenido un impacto distributivo progresivo, que podría dar mejores respuestas frente a las múltiples vulnerabilidades que afectan a estas personas.