El dato

Uruguay ha experimentado importantes avances en su calificación crediticia desde los niveles muy bajos observados tras la crisis de 2002, cuando Uruguay perdió el grado inversor, comenzando un camino de ascenso en 2005 hasta alcanzar ese estatus nuevamente por parte de las principales agencias calificadoras en 2012. Desde entonces, el país mantuvo el grado inversor y ascendió un peldaño más en la calificación otorgada por Moody’s y S&P. Recientemente, Uruguay subió otro peldaño más, según las tres principales agencias calificadoras. Este cambio en la calificación se da en año electoral, cuando el resultado de la elección, según las principales encuestadoras, se encuentra abierto, lo que da cuenta de la credibilidad del país más allá de quien gobierne.

El contexto

¿Qué es la calificación de riesgo soberano de un país?

La calificación de riesgo de la deuda de un país resulta de una evaluación de agencias especializadas que intentan aproximarse a la capacidad de un país para pagar su deuda. Sirven de señal para inversores (individuos, fondos de inversión, etcétera) que las tienen de referencia para evitar hacer un análisis pormenorizado de la situación de cada país a la hora de comprar sus bonos. Generalmente, la calificación se expresa mediante una escala que combina letras y números (como las escalas de calificación que se suelen utilizar en la enseñanza en Estados Unidos). Es importante notar que las calificadoras no han estado exentas de críticas por errores en calificaciones en ciertos contextos.

¿Cómo se determina la calificación de riesgo de un país?

En general hablan de la situación del país, más que de un gobierno en particular en el corto plazo, porque evalúan la capacidad de pago del país en el mediano plazo. Las agencias de calificación evalúan diversos factores, como la estabilidad política, la situación económica, las políticas fiscales y monetarias, el crecimiento económico de largo plazo, la inflación, el nivel y la trayectoria de deuda y la capacidad de generar ingresos para pagarla.

¿Qué implicancias tiene una calificación de riesgo de la deuda?

Una nota alta de calificación de riesgo intenta indicar que un país tiene una situación financiera más sólida y que es más probable que cumpla con sus obligaciones de deuda. Por otro lado, una calificación más baja implica un mayor riesgo de incumplimiento, lo que puede dificultar el acceso a préstamos y aumentar el costo de la deuda para ese país.

¿Cómo afecta la calificación de riesgo a la economía?

Un deterioro macroeconómico relevante que se refleje en una calificación de riesgo más baja puede provocar, en ciertos contextos, una salida de inversores extranjeros y una disminución de la confianza en la economía del país. Esto, a su vez, puede llevar a una depreciación de la moneda, a demandas de mayores tasas de interés por parte del país (los bonos son más riesgosos) y, eventualmente, a una desaceleración económica. Por otro lado, una calificación de riesgo más alta puede facilitar el acceso a préstamos en condiciones favorables, lo que alivia la factura de intereses del país.

¿Cuánto pesan los intereses de la deuda en el presupuesto nacional?

En 2004, los intereses de la deuda pública uruguaya representaban el 22% del total del gasto presupuestal. Esta factura disminuyó de forma muy importante, hasta estabilizarse en niveles cercanos al 10% a partir de 2010. En 2022, la factura de intereses representó el 8,8% del gasto presupuestal.