“Hasta ahora, eran los cables. Ahora, ingresaron al edificio: televisión, heladeras, aires, ventiladores…”, manifestó en su cuenta de X Graciela Almeida, integrante de la Asociación de Docentes de Educación Secundaria (Ades) de Montevideo, en el núcleo del liceo IBO y del 63.

La denuncia de Almeida continúa así: “Saquearon y destrozaron el liceo 36 IBO”. Es que en dos noches consecutivas, el lunes y el martes, ingresaron a robar el centro educativo. “La situación en la que se encuentra el liceo hoy en día” es “producto de las sucesivas omisiones de la DGES [Dirección General de Educación Secundaria]”, aseguraron, por otro lado, desde Ades Montevideo a través de un comunicado.

De acuerdo a la Asociación, “con la política de recortes que está implementando esta administración, se suprimió el cargo de sereno y se cambió la empresa de vigilancia por una que no realiza rondas nocturnas”. A pesar de que “el núcleo alertó a las autoridades del error que significaba quitar este cargo y de lo expuesto que quedaba el liceo”, manifestaron que “tal como era previsible, esta ‘reducción del gasto’ provocó que, en el mes de enero, desconocidos ingresaran por la noche a la institución y los aires acondicionados del liceo fueran sustraídos”.

En marzo de este año, los docentes agremiados denunciaron “la falta de seguridad en el predio del liceo y de vigilancia en la noche”, un planteo que fue compartido por los núcleos de los liceos 59 y 63, que forman parte del predio. Si bien el reclamo fue elevado a la Mesa Representativa de Ades Montevideo y a partir de ahí se llevó a las autoridades, el sindicato aseguró que “la DGES desoyó nuevamente este reclamo y hoy nos encontramos con el liceo vandalizado. Si bien algunos de los bienes robados podrán recuperarse, hay destrozos y roturas de diversa índole en patio, pasillos, depósitos y salones”.

“¿En esas condiciones vamos a retomar las clases el lunes próximo?”, “¿Qué está esperando la Dirección de Secundaria para actuar?”, se preguntaron.

Lo que fue y cómo seguir

En concreto, el reclamo es que haya una vigilancia 24 horas, todos los días del año, inclusive los fines de semana y durante las vacaciones, resumió a la diaria Almeida.

Asimismo, en el comunicado se pide que este lunes las autoridades de Secundaria asistan a una sala docente y, según Almeida, esperan que así sea, como también contar con la presencia del representante docente en el Consejo Directivo Central, Julián Mazzoni.

Almeida explicó que la problemática viene de años atrás y que no sólo aborda al liceo IBO, sino también al 59 y 63, que comparten el predio, y “los accesos son muy fáciles en cualquiera de los tres: saltar una reja y ta. También tiene un parque enorme, con mucho árbol, lo que facilita algunos movimientos”, explicó.

El año pasado, aseguró que sólo desde el IBO hicieron cinco denuncias por robos. “El ingreso de personas que entran al liceo es permanente, no son nuevos los robos, ya venían robando los cables y aires acondicionados”, dijo.

En 2022 fue cuando lograron que, además de tener alarma y un portero, se agregue vigilancia, luego de que hubiera “una situación muy violenta de dos bandas narcos que se enfrentaron en la puerta”.

El problema, dijo, es que por una cuestión de “costos”, por las noches y los días sin clase sólo queda el sistema de alarma, que además de ser interna y no alcanzar al predio completo, no suele sonar porque el robo más usual es el de los cables. En ese marco, recordó lo dificultoso del trabajo en los centros educativos por dos razones: la falta de internet y de aires acondicionados, y, en el caso del IBO, con tres ventiladores para todo el liceo.

En los robos de las últimas dos noches, Almeida especificó que en el primero se llevaron cables, todos los aires acondicionados, elementos personales de funcionarios y una heladera, y en el segundo “fue vandálico”: “Rompieron los baños, se llevaron la puerta del baños de varones, arrancaron todos los artefactos sanitarios y enchufes”.

Para la docente y el núcleo sindical del IBO, la responsabilidad recae en las autoridades de la educación. “Dentro de la transformación [educativa] hay una palabra clave que son los recortes, entonces, ahora se dice que no hay presupuesto para atender estas situaciones”, señaló Almeida. Según manifestó, “hay recorte de presupuesto y este es un efecto clarísimo de lo que sería la desidia”. “Es recortar y ahorrar, cuando en la educación se invierte, no se ahorra; no es un gasto”, finalizó.