La semana pasada fueron días de tranquilidad para los centros educativos, a excepción del liceo Instituto Batlle y Ordóñez (IBO): en la noche del lunes y también la del martes ingresaron a robar y “vandalizar” el centro educativo. “Saquearon y destrozaron el liceo 36 IBO”, afirmaba una de las docentes.

Lo sucedido no llamó la atención del colectivo docente ni del estudiantil, ya que desde hace años uno de los reclamos conjuntos es que haya más seguridad, porque los robos suelen ser moneda corriente. A pesar de que no causó sorpresa, sí prendió más fuerte las alarmas, porque esta vez los robos y destrozos fueron mayores: se llevaron los aires acondicionados, elementos personales y también rompieron gran parte del baño de estudiantes varones.

Casi una semana más tarde, el retorno a las clases fue “con total normalidad”. Así lo aseguró a la diaria Virginia Cáceres, presidenta del Consejo Directivo Central (Codicen), quien explicó que el jueves y viernes se trabajó en la infraestructura que fue dañada y pudo arreglarse “lo más urgente”, como el baño, que ya está en uso y sólo resta “terminar algunos ajustes”.

Cáceres recorrió este martes el centro educativo, y en diálogo con la directora y subdirectora del liceo le contaron que “las clases empezaron perfectamente, que el lunes fue todo el mundo, que fue un día normal”. Más allá de eso, dijo que intercambiaron no sólo acerca de los arreglos actuales, sino también con una mirada a futuro.

“Estuvimos charlando a futuro porque es un liceo muy grande, requiere una mirada distinta, generar herramientas que nos permitan minimizar no sólo las situaciones de vandalismo y robos, sino también ver de qué manera posicionar al centro educativo en la comunidad”, dijo, y para eso continuarán el diálogo con la dirección, ya que consideró que “son quienes llevan la voz cantante y quienes saben”.

Una de las medidas implementadas luego de los hechos que acontecieron en semana de Turismo fue mayor vigilancia. Cáceres explicó que ya luego del segundo robo dispusieron un guardia de seguridad en un horario que no había hasta el momento: de 22.00 a 6.00. Justamente, el reclamo principal del centro educativo es que pueda haber guardia de seguridad durante las noches, los fines de semana y las vacaciones, cuando no está ni el portero ni el guardia que trabaja actualmente durante el horario de clases.

La nueva vigilancia estará funcionando, por lo pronto, hasta la semana que viene inclusive. “Hoy le comuniqué [a la directora] que habíamos decidido extenderlo toda esta semana y fin de semana”, narró. Es que aún no tienen definido cuál es la medida ideal. “Vamos a ir midiendo, porque vamos a ir viendo cuáles son las mejores soluciones, por eso la idea era extenderlo esta semana, charlarlo con ellas, y ver el feedback de lo que realmente se requería del centro”, y luego tomar decisiones definitivas, señaló la presidenta del Codicen.

Medidas tomadas y a tomar

Cuando se termine el período de vigilancia establecido, la dirección del centro educativo y Cáceres volverán a mantener un diálogo para evaluar cómo seguir. Si bien Cáceres esbozó que la directora y la subdirectora del IBO les plantearon que “con este guardia estaban conformes, porque la presencia física era un factor disuasivo importante”, también narraron que “tienen muy buen vínculo con el comisario de la zona, que trabajan de forma muy cercana y eso es muy importante”. “Entonces, vamos a tratar de hablar con el Ministerio del Interior para que ese vínculo pueda seguir profundizándose y generar estrategias más en conjunto y coordinación con las dos instituciones”, dijo la jerarca de la ANEP.

Al mismo tiempo, manifestó que otra de las intenciones es “tratar de buscar aliados en la zona, otras instituciones del Estado, deportivas, clubes, para poder armar una alianza entre todos y mejorar la seguridad, porque no sólo tiene que ver con el centro, sino también con el entorno”.

Por un lado, la apuesta a largo plazo; por el otro, a corto: en la semana también implementaron sensores, para que la alarma también suene si se entra al predio. Cáceres contó que luego también pondrán cámaras. De todas formas, reiteró: “Tendremos que ver si con eso alcanza”.

Iván García, vocero del Centro de Estudiantes del IBO (Ceibo), contó que la dirección también reclama otro espacio para las auxiliares, porque el actual “no es adecuado y necesitan más seguridades”. Aun así, aseguró que el Codicen “se comprometió a recomponer las cosas que robaron a las auxiliares, como los productos de limpieza”.

De acuerdo al estudiante, lo sucedido no “afectó mucho” al estudiantado porque ni las aulas ni el laboratorio “fueron vandalizados”. Asimismo, mientras el baño de varones terminó de repararse, contó que se habilitó el de profesores, “para que todos tengan baño”.

“Sentimos que fueron escuchados los reclamos”, sentenció. Aun así, desde el Ceibo aseguran que “un guardia solo no da” y, “por el espacio” que rodea al centro educativo los sensores tampoco son suficientes. “Pedimos más seguridad”, manifestó.

En ese marco, el gremio se puso a disposición “para reparar cualquier cosa” y, por otro lado, acordaron realizar una asamblea estudiantil, porque consideran que tienen que “tomar una medida de lucha”. “No nos parece correcto que se haya llegado a tal punto de robar y destruir el liceo para que ahí el Codicen nos diera la visibilidad que necesitamos como estudiantes e institución”, finalizó.