El “caso Orsi” fue utilizado por los abogados penalistas que se oponen a la Ley 19.580 para reiterar sus críticas acerca de la falta de garantías para los denunciados y la impunidad para quienes realicen falsas acusaciones que genera la norma jurídica. De todas maneras consideraron que “el camino no es aumentar las penas para quienes hagan denuncias falsas, como por ejemplo las personas que acusan falsamente a alguien de haber ejercido violencia de género o quienes acusan falsamente a una ley de no ofrecer garantías”.

Los penalistas afirman que la existencia de personas que realizan acusaciones falsas contra la ley “es un tema que se está sobredimensionando mucho y sobre el que no hay estadísticas fidedignas”, por lo que pidieron “dejar la situación más o menos como está y que el debate público siga por el mismo camino”.

El argumento irrebatible: “Si Romina Celeste termina en la cárcel por hacer una acusación falsa, va a ser la prueba de que a las personas que realizan acusaciones falsas no les pasa nada”. Penalista acostumbrado a defender casos perdidos.