La Justicia dispuso el procesamiento con prisión de cinco militares por la desaparición del militante comunista y trabajador portuario Julio Correa Rodríguez, quien fue desaparecido en el centro de torturas 300 Carlos, en diciembre de 1975, según informaron a la diaria fuentes judiciales.

El Tribunal en lo penal dispuso el procesamiento con prisión de los represores Omar Lacasa Antelo, Rudydard Sciosia, José Luis Parisi Alegre, Antraning Ohannessian y Rubely Pereyra por el delito de homicidio especialmente agravado.

De esta forma, el tribunal revocó la decisión de la jueza en lo penal de 27° turno, Silvia Urioste, quien había rechazado el pedido de procesamiento con prisión realizado por el fiscal especializado en Crímenes de Lesa Humanidad, Ricardo Perciballe, por considerar que no había prueba suficiente.

En la sentencia, a la que accedió la diaria, el Tribunal consideró que si bien la tipificación corresponde a la etapa de condena, “se estima que ha resultado semiplenamente probada la participación de los indagados en la detención, tortura y muerte de Julio Correa Rodríguez”.

Los ministros coincidieron con la fiscalía en plantear el procesamiento con prisión como coautores del homicidio “teniendo en cuenta especialmente que la decisión es provisoria, esencialmente revocable y que habilita a iniciar el proceso penal en el que las partes, con las debidas garantías procesales podrán proponer y participar en el diligenciamiento de la prueba para finalmente arribar a una sentencia definitiva”.

Julio Correa, quien era dirigente del Sindicato Único del Transporte Marítimo (SUTMA) y militante del Partido Comunista de Uruguay, fue secuestrado en la medianoche del 16 de diciembre de 1975 en su casa, por un grupo de hombres armados, vestidos de civil.

Los tres militares, que se identificaron como integrantes de las Fuerzas Conjuntas, llegaron al domicilio en una Volkswagen Kombi blanca, según el testimonio de su esposa, que presenció, junto a la hija de ambos, el momento del allanamiento y el secuestro.

El hombre de 56 años fue trasladado al centro de torturas 300 Carlos, que pertenecía al Organismo Coordinador de Operaciones Antisubersivas (OCOA) y funcionaba en el mismo predio del Batallón de Infantería 13. Según el informe de la Comisión para la Paz, falleció bajo tortura en el 300 Carlos, el 18 de diciembre de 1975.