Luciana Bentancur tenía 35 años cuando la mataron en su casa, donde también tenía su consultorio odontológico, en Pueblo Castellanos, Canelones, en setiembre de 2019. Su cuerpo, que recibió 49 puñaladas, estaba en el fondo de la vivienda. Conmocionados por el caso, en su pueblo organizaron una importante concentración en reclamo de justicia.

Seis meses después del hecho, detuvieron a un hombre que el día del homicidio había dejado el pueblo. Al año del crimen, otras tres personas fueron detenidas e imputadas como cómplices. A dos de las tres se les diagnosticó una discapacidad mental (oligofrenia leve), pero se determinó inicialmente que ambos eran imputables.

El móvil del homicidio fue el robo: se llevaron unos 30.000 pesos que la odontóloga tenía en el consultorio. Algunos de ellos vivían cerca de la casa de Luciana e incluso uno de ellos se había atendido con ella tiempo atrás.

Dos de los tres imputados fueron condenados en diciembre de 2021 como cómplices de homicidio especialmente agravado a la pena de diez años de prisión a través de un proceso simplificado.

Este viernes el autor del crimen fue condenado a 29 años de penitenciaría. El homicida tomó a la víctima de sorpresa por detrás y la apuñaló para después robarle, lo que fue considerado un agravante. También lo fue la alevosía y el porte de arma blanca. Por su discapacidad, el cuarto involucrado fue declarado inimputable y se lo condenó por hurto muy especialmente agravado. Fue quien hizo de “campana”.

El caso fue investigado por la Fiscalía de Canelones de 1º turno. Hasta el proceso simplificado que llevó a la condena de los dos cómplices, la fiscal a cargo fue Alicia Schiapachasse. Luego, el caso lo tomó hasta esta instancia de juicio oral que resultó en la condena del autor del hecho la fiscal Andrea Mastroianni. En todo momento se contó con el apoyo de la Unidad de Litigación Estratégica de la Fiscalía.