El Ministerio del Interior realizó este lunes la presentación de las conclusiones de las investigaciones “En las grietas del Estado, gobernanza criminal en Montevideo sobre la actuación del crimen organizado en territorio” y “Diagnóstico de los homicidios en Uruguay 2012-2022”.

Las investigaciones fueron realizadas a través del Fondo Sectorial de Seguridad Ciudadana de la Agencia Nacional de Investigación e Innovación y fueron presentadas por Verónica Pérez, Ines Fynn y Emiliano Rojido.

El director general de Secretaría, Nicolás Martinelli, calificó como una “opción valiente” del ministerio haber realizado estos estudios y presentarlos con la academia, ante la posibilidad de que los resultados sean utilizados por la oposición. “Vemos una disociación entre la academia y el trabajo político y nosotros apostamos a fortalecer esos lazos, no tenemos miedo a los resultados, queremos empezar a trabajar con la academia codo a codo”, expresó.

Gobernanza criminal en Montevideo

Durante la presentación de la investigación “En las grietas del Estado, gobernanza criminal en Montevideo” las doctoras en Ciencias Políticas Verónica Pérez e Ines Fynn explicaron que se trató de una investigación sobre las características de los grupos organizados en territorio, que busca responder por qué en lugares con alta presencia del Estado y con bajos niveles de violencia, como es Uruguay, se da la presencia de gobernanza criminal por parte de grupos organizados, combinando herramientas violentas y no violentas, como amenazar o desalojar vecinos, hacer donaciones y ofrecer trabajo a vecinos.

Pérez señaló, con base en estudios de otros países, que cuando los grupos organizados compiten entre sí utilizan estrategias violentas y que cuando una organización controla el territorio predominan estrategias no violentas.

En cuanto a las características de la gobernanza criminal en Uruguay, Fynn dijo que se concentran en barrios periféricos de Montevideo, a partir de familias involucradas en delitos menores que luego se dedican al narcotráfico. Además, agregó que la mayoría implementan estrategias de control territorial en el barrio donde viven.

Otro punto destacado por la investigadora fue que la alta presencia del Estado limita la expansión de herramientas de control, tanto violentas como no violentas. Además, subrayó que las políticas sociales “inhiben el despliegue de estrategias no violentas, mientras que las políticas de seguridad, fragmentan los grupos y eleva los niveles de violencia”.

Fynn señaló que surge de la investigación que la gobernanza criminal es un fenómeno relevante en Montevideo que se circunscribe a la venta de drogas, y no permea en control social o político”. Además de entrevistas en profundidad y análisis de prensa, para el estudio se realizó una encuesta en línea que registró que 60% dio cuenta de grupos criminales en su barrio.

Diagnóstico de los homicidios en Uruguay 2012-2022

El investigador Emiliano Rojido presentó el trabajo sobre homicidios entre 2012 y 2022, en el que destacó la existencia de una convergencia importante entre los datos del Ministerio de Salud Pública y el Ministerio del Interior y señaló que pese a que existe una “muy alta proporción” de muertes catalogadas como dudosas, sobre todo a partir de 2020, las características de las víctimas y datos relevados posteriormente en las autopsias son indicios que “indican que no tendríamos allí una cantidad importante de homicidios”.

En cuanto a las características de los homicidios, Rojido dijo que existe una concentración en las zonas norte, noreste y oeste de Montevideo que implica una oportunidad para desarrollar políticas de prevención. Además, señaló que hay un pico en enero y una baja en junio, y que la mayoría se concentra en la madrugada, los fines de semana. En cuanto al perfil de las víctimas, el informe releva que el 84,7% de las víctimas eran de sexo masculino, lo que implica que la tasa de homicidio para los hombres es de 19,4 por cada 100.000 hombres, mientras que para las mujeres es de 2,6 por cada 100.000 mujeres.

Al analizar los motivos que se atribuyen a los homicidios, señaló que en 34,1% de los casos no hay información, mientras que 16,3% se asocia a discusiones, 13,6% a “venganzas y represalias”, mientras que por crímenes contra la propiedad alcanza a 12,2%, celos y apropiación sexual es de 9,2%.

“Un dato interesante es que el 58,3% de los agresores no tenía antecedentes penales, esto de alguna forma cuestiona la idea de que las personas que cometen homicidios son todos contumaces” y agregó que sólo en una pequeña minoría de los casos se constata ausencia de relación entre la víctima y el victimario.

Rojido señaló también que, analizando por tipo de homicidio, en los casos de homicidios por discusiones y por apropiación sexual no se da la misma concentración de territorio que ocurre en los homicidios vinculados a tráfico de drogas o por venganzas y represalias.

El investigador agregó que también los niveles de aclaración son diferentes: es “casi total” en los casos de apropiación sexual y mucho menores para tráfico de estupefacientes o venganzas.

Rojido destacó que “es posible” reducir los homicidios. “No es una quimera o un sueño, es algo que se puede hacer y en el corto plazo”, expresó y señaló que es necesario considerar su heterogeneidad para plantear los programas más idóneos. En ese sentido llamó a “abandonar cualquier fantasía de solución única” y recordó que las estrategias de “mano dura [...] en muchos casos aumentan la violencia”.

El investigador dijo que es necesario focalizar en los tipos de homicidio, en los territorios de mayor incidencia y en las poblaciones con mayor incidencia de victimización. A su vez planteó la necesidad de que exista un diagnóstico cualitativo sobre las características de los grupos criminales en Uruguay porque algunas políticas exitosas como Cure Violence fueron aplicadas sobre poblaciones en las que las actividades criminales no eran su principal rasgo identitario.

Asimismo, planteó la necesidad de incrementar los niveles de aclaración, aprovechando la territorialidad de este tipo de homicidio. Rojido dijo que los homicidios motivados por apropiación sexual “también se pueden prevenir” y señaló que es necesario conocer “cuáles son las señales de alerta” a tener en cuenta y no incorporarlo a una estrategia general de reducción de la violencia de género, dado que los casos de violencia de género son una proporción muy grande en comparación con este tipo de homicidio.