Para calificar a Marosa Di Giorgio como una de las autoras fundamentales de la literatura uruguaya del último medio siglo bastaría el impacto real y sostenido que generó en sus colegas la aparición de Papeles salvajes, tanto el primer tomo en 1971, como, en especial, el segundo, en 1991. Esto hizo que, aunque subterránea en términos de alcance cuantitativo (como toda la poesía “post 45”, podría decirse), la poeta alcanzara una paciente centralidad en el reducido medio en el cual ese género circula. O un poco más allá, si pensamos en la rareza de tener en los años 1990 una columna semanal periodístico-poética en la revista Posdata (espejo en paralelo de la otra columna que en ese mismo medio sostenía el narrador Mario Levrero).

A la circulación internacional de su obra, por ejemplo en las editoriales argentinas Cuenco de Plata y Adriana Hidalgo, se sumó en 2021 la posibilidad de acceder a nuevas ediciones uruguayas. Ese año la casa editorial Hum reeditó, con vistosas portadas, Misales (1993), Camino de las pedrerías (1997) y Rosa mística (2003).

Ahora, este completo trabajo de Veljiacic se instala como un abordaje preciso y necesario en la valoración de la obra marosiana. Es habitual que cuando una autora (o autor) alcanza cierto estatus “legendario”, quienes no le leen le suelan encasillar en un único tono. La rareza del erotismo, con esa oscuridad inquietante que puede verse en la obra pictórica de la portuguesa Paula Rego (porque es tan única Marosa que no se la puede comparar con nadie de su campo), parece ocultar todas las otras cuerdas de la poeta. Subtitulada “Duelo y escritura en Marosa Di Giorgio”, esta obra de Veljacic se concentra en otro lugar y desde ahí ilumina el conjunto, sin que falten los personajes de ese caldero de diablos incisivos y florestas habitadas. Tampoco faltan las referencias al marco teórico de Jacques Derrida o Julia Kristeva, ni cierta búsqueda de las identificaciones simbólicas de la metáfora. Podría cuestionarse esto último desde el ámbito de la poesía, que siempre es autónomo respecto de las “interpretaciones” (y este reseñista lo cuestiona en general, no respecto de este libro en particular), pero a este cuestionamiento es fácil responder: no existen los campos ajenos a lo literario. Y ahí, este libro se instala con solidez.

Kildina Veljacic. Estuario, 2022. 143 páginas. 590 pesos.