—Hemos resuelto que en esta próxima edición del Censo, año 2042, se incluirá una serie de preguntas que permitirán dirimir, de una vez por todas, varias de las interrogantes que acucian a nuestro país. Al igual que el resto de los datos, las respuestas serán encriptadas y estarán protegidas por el secreto estadístico. Esto es importante destacarlo, porque la gente ya de por sí es un poco desconfiada de todo lo que implica que alguien se le meta en la casa y le pregunte cosas. Por más que ya hace décadas que incorporamos la fase digital previa, la imagen de los chusmas del barrio todavía nos queda.

—Me parece que ya no nos miran así. Después de aquella filtración de datos masiva de hace un par de años, quedó clarísimo que no había quien no volanteara sus datos para que cualquier inteligencia artificial le dibujara la cara o le dijera qué tipo de mayonesa era.

—No importa. Acá tenemos un marco legal que nos obliga pero también nos protege, y mantener la integridad de nuestra imagen es lo más importante, sobre todo cuando estamos por introducir cambios.

—A mí me salió esa que tiene jugo de limón y pimienta.

—...

—En lo de las mayonesas, digo.

—No soy de desconfiar de las inteligencias artificiales, pero la verdad que no lo veo.

—¿Qué le tocó a usted?

—No importa. Volvamos a nuestro tema. Una de las introducciones más polémicas es la pregunta acerca de las preferencias futbolísticas de cada integrante de la vivienda.

—Pero eso es algo que la gente manifiesta públicamente. ¿Por qué tendrían problema con eso?

—Le cuento, pero no lo comente fuera de acá, porque es información confidencial recibida directamente de parte del ministro. Hay un rumor circulando que dice que las asociaciones clandestinas de hinchas buscarán apropiarse de los datos para georreferenciar viviendas específicas para sus propios fines.

—...

—Personalmente, confío en nuestra institución y en su política de protección de datos. En realidad creo que el ministro nos está avisando que nos va a tirar el fardo a nosotros si recrudece la violencia entre hinchadas.

—A alguien le tiene que tocar.

—Y sí. Por eso, mejor ser cautos y reforzar tanto nuestras medidas de prevención como nuestra imagen.

—Bien. Para empezar a armar el plan de gestión, necesito entender para qué vamos a utilizar nosotros los datos nuevos que estamos pidiendo. Por ejemplo, el de las preferencias futbolísticas.

—Ahí la idea es justamente contribuir a través de la recolección de datos con la disminución de la violencia en el deporte. Como sabrá, uno de los últimos empujes entre las asociaciones clandestinas de hinchas tiene que ver con los grafitis barriales.

—Correcto.

—Entonces una de las medidas que se resolvió tomar es que nosotros podemos colaborar con la recabación de datos y ponerlos a disposición para que todo sea adecuado. Se estima que la violencia va a disminuir si los datos son ajustados. Imagine que usted es parte de una de estas asociaciones y ve un grafiti que dice “Unión todo bolso” y usted vive en la Unión y no es bolso.

—Entiendo.

—Pero si mañana se encuentra con un grafiti que dice “Unión 67% bolso” y eso coincide con los datos que arroja el Censo, no hay mucho con que indignarse.

—Yo no sé mucho de políticas públicas. Confío en ustedes.

—Gracias. Fue un gran trabajo en conjunto con el Ministerio.

—O sea que en esto estamos casi trabajando para el Ministerio.

—Un poco, sí. En conjunto.

—El mismo que nos va a acusar a nosotros si algo sale mal.

—Eh...

—...

—La que es vegana me salió a mí. La EggFree. La mayonesa, digo, ya que usted me preguntaba por el resultado del test.