El mes pasado celebramos diez años de Lento. El número es también una buena oportunidad para lanzarnos, una vez más, a nuevos rumbos. A partir del próximo mes se encontrarán con una revista diferente. ¿En qué? Eso ya tendrán oportunidad de mostrarlo Soledad Platero y Gabriela Sánchez, las futuras directora y directora de arte de la revista.

Mientras tanto, la ahora “vieja” Lento se merece una pequeña historia. En realidad, breve y provisoria, porque al revisar mi colección, además de llenarme de polvo, me topé con demasiados temas y personas, éxitos y pendientes, recuerdos cercanos y registros de historia colectiva. Por eso, lo que sigue es, más que una selección incompleta, una excusa para contarnos.

#1: Entre Mujica y el Hombre Araña

Al borde del vértigo, Natalia Uval y Lucas Silva consiguieron acercarse a José Mujica, entonces presidente de la república. La idea era que conversara sobre los libros y las ideas que lo formaron, a contracorriente de la imagen anti-intelectual que cultivaba. En el apuro, no hubo foto de la entrevista y eso terminó de inclinar la elección de la imagen de la tapa hacia el retrato del “Hombre Araña uruguayo” que había hecho Javier Calvelo para ilustrar el perfil escrito por Ana Fornaro. Fue una toma de partido estética, aunque, de todos modos, el revuelo lo causó Mujica, porque en la semana que pasó entre el envío a la imprenta y la llegada de los ejemplares estalló una polémica con la presidenta de Argentina, Cristina Fernández, y en la charla con Lento el uruguayo decía cosas fuertes sobre su relación con los Kirchner y su percepción del peronismo. La edición tuvo repercusión internacional y al año la reimprimimos, porque se había agotado.

#3: Altitud de crucero

El óleo de Mario Levrero (obra de María Agustina Fernández Raggio) anunciaba una entrevista rescatada por Alejandro Ferreiro, aunque adentro había también un reportaje sobre la interna militar y una cobertura sobre la vida cotidiana en barrios privados. El equilibrio entre cultura y política nos acercaba a lo que veníamos buscando. Por esa época, en la mesa de la revista estaban Federico de los Santos, Macarena Langleib y Marcos Morón. Lucía Stagnaro era la directora de arte y Soledad García trabajaba con ella. Javier editaba la fotografía y Magdalena Sagarra nos corregía. Lucía Pardo le dedicaba su tiempo de gerencia, Pablo Tate se encargaba del área comercial y Martín Álvez, igual que hoy, de la distribución. Damián Osta había estado en la concepción del producto, y lo bajamos a tierra con Lucas, Sandro Pereyra y Lucía. Junto a ella, Florencia Lista y Ramiro Alonso hicieron el diseño original. Unos meses atrás, los trabajadores de la diaria votamos el nombre que tendría la revista. Casi un año antes de eso, la cooperativa había decidido lanzar una publicación mensual.

#11: Fotorreportaje y ficción

Muchas cosas salieron muy bien con la nota de tapa de este número, que escribió y fotografió Ricardo Antúnez. Él tenía dos textos sobre el fenómeno de las maratones en Uruguay —uno con datos y testimonios, otro más personal— y decidimos invertir horas de edición para unificarlos. Valió la pena el trabajo sobre la forma (el contenido se defendía solo). Este número, además, salió en febrero, así que fue parte de la apuesta a la ficción que empezamos a subir cada verano. La lista de autores que hemos publicado en estos años debe superar la centena e incluye, entre la clara mayoría de uruguayos (de varias generaciones y de poéticas muy diversas), a unos cuantos nombres de la región y de las Américas. Queda para otra vez contar cómo conseguimos “desbloquear” al escritor Henry Trujillo con un dibujo de Pedro Dalton.

#37: Primer rediseño

En abril de 2016, para festejar el tercer año de la revista, cambiamos muchísimo. Para empezar, el tamaño de la revista, que se achicó en dimensiones y ganó en cantidad de páginas. Se agrandó la letra (¡cómo se quejaban!), la tapa la hizo Dani Scharf y todo fue parte de un rediseño que volvió a encabezar Lucía. Además, dejaron de salir algunos formatos (como las Ucronías, en las que varios integrantes de la redacción nos divertíamos imaginando presentes alternativos) y se venían algunos, como el Diccionario Poético (de Fernández de Palleja y Alejandro Vázquez). Hubo, durante un buen tiempo, un “resumen del mes” en las primeras páginas. Y en este número nos dimos el lujo de incluir cuentos del argentino César Aira y al brasileño Dalton Trevisan (en traducción de Rosario Lázaro). Difícil de superar.

#50: Mirar a la región

Donald Trump había asumido la presidencia de Estados Unidos hacía pocos meses y muchos nos preguntábamos qué consecuencias iba a tener para los países del sur. Académicos, periodistas, publicistas y escritores de México, Estados Unidos y Uruguay pusieron en contexto las tensiones actuales e históricas entre ambos hemisferios, en uno de los ocasionales números temáticos de la revista. Se había decidido reforzar el perfil regional de los contenidos para evitar cruces con nuevas publicaciones de la diaria. En el equipo de arte habían tomado la posta Ramiro Alonso y Jessica Stebniki, y Sandro Pereyra fue desde entonces el editor de fotografía.

#74: Asunto pendiente

Algunos artículos de estos años sobreviven como registros de un período —la era progresista y el progresismo amenazado, pongamos—, otros mantienen el interés por su calidad. En el caso de la cobertura sobre eutanasia, nos enfocamos en una libertad que la sociedad uruguaya había postergado, a pesar de la notable expansión de derechos que caracterizó a los gobiernos progresistas. Hoy su discusión se aloja en el Parlamento, que amaga pero no termina de aprobar una ley que la sancione. La portada la hizo Luciana Peinado, que se había sumado hacía un tiempo al equipo de diseño. Cecilia Pérez Otero estaba por integrarse a la edición de textos y hacía un tiempo que el corrector era Mauricio Pirené.

#78: Memoria reciente

Aunque no supiéramos su nombre, los montevideanos conocíamos la obra de Felipe Cabral, porque se desplegaba —y todavía lo hace— en paredes de toda la ciudad. En febrero de 2019, Plef —así firmaba— fue asesinado mientras preparaba una obra en la costa. Costó mucho hacer el perfil de un artista joven que no debió morir y la forma en que lo plasmaron Federico Medina y Pablo Vignali será una de las marcas altas de Lento. El crimen todavía sigue impune.

#88: Un virus

El trauma del coronavirus sigue sin elaborarse, pero cuando publicamos la crónica de Guillermo Garat sobre el crucero australiano Greg Mortimer, varado en Montevideo con sus pasajeros enfermos, todavía estábamos en medio del asombro. En marzo, cuando estalló todo, habíamos salido de apuro a buscar un artículo científico sobre la mecánica de las pandemias y luego publicamos un fotorreportaje de Fernando Morán sobre su ciudad durante el aislamiento. Luego vendrían las crónicas de Manuel Soriano, que se transformaron en libro el año pasado. Pasamos a trabajar de una manera muy diferente: conectados pero separados.

100: Figuras

Para la centena, le pusimos caras a la revista: entre otros retoques de diseño, llevamos rostros al frente. Lo habíamos hecho ocasionalmente, como cuando Julio Villanueva Chang perfiló a Julio Bocca (el puente lo hizo Roberto López Belloso), pero desde este número pasamos a abrazar una tendencia que habíamos esquivado. Queríamos que el primer protagonista de esta serie de entrevistas en profundidad fuera alguien muy destacado, así que Danilo Astori, por su rol durante todos los gobiernos progresistas y su incidencia en la izquierda uruguaya, fue el elegido para inaugurar la serie. Lo entrevistamos con Lucas y pantalla mediante, como obligaba la emergencia sanitaria.

121: Un regalo de diez

Jaime Roos también pudo haber sido el primer entrevistado de la serie, pero costó casi dos años concertar el encuentro. Lo conseguimos gracias a la insistencia de Ignacio Martínez, que desde el lapso entre sus primeras colaboraciones para la revista y este número aniversario sumó a su trabajo como periodista de política y cultura una trayectoria notable como autor de libros sobre músicos uruguayos. En nuestras portadas tuvimos a personas de la ciencia, el deporte, el arte. Roos fue el cierre de una etapa, que también celebramos con ficciones de firmas queridas, como las de Ana Fornaro y Rosi Lázaro. También fue la apertura hacia lo que conocerán a partir del próximo mes. Nos seguimos leyendo.