La Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó este lunes un informe en el que alerta de las consecuencias de la crisis climática y el calentamiento global en la salud. En el estudio el organismo advierte que “las mismas acciones insostenibles que están matando a nuestro planeta están matando a la gente”. En concreto, algunos de los datos que ofrece el informe son que cada minuto fallecen en el mundo 13 personas a causa de la contaminación del aire, que el cambio climático es la mayor amenaza para la salud y que alcanzar los objetivos del acuerdo de París salvaría millones de vidas al año, según consignó eldiario.es.

El informe, publicado en el marco de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26), que se desarrollará a fin de mes en la ciudad escocesa de Glasgow, señala: “La quema de combustibles fósiles nos está matando. El cambio climático es la mayor amenaza para la salud que enfrenta la humanidad. Aunque nadie está a salvo de los impactos del cambio climático en la salud, los más vulnerables y desfavorecidos los sienten desproporcionadamente”.

“Nunca ha sido más evidente que la crisis climática es una de las emergencias sanitarias más urgentes a las que nos enfrentamos”, dijo la directora de Medio Ambiente, Cambio Climático y Salud de la OMS, la española María Neira. La experta señala que bajar la contaminación del aire a los niveles recomendados por la OMS permitiría “reducir el número total de muertes mundiales por contaminación del aire en un 80% y reduciría drásticamente las emisiones de gases de efecto invernadero”, y que un cambio a dietas basadas en vegetales “podría reducir las emisiones globales, garantizar sistemas alimentarios más resilientes y evitar hasta 5,1 millones de muertes al año relacionadas con la dieta para 2050”.

Para poder alcanzar estas metas el informe de la OMS pide que los Estados establezcan “compromisos climáticos nacionales ambiciosos si quieren mantener una recuperación saludable y ecológica tras la pandemia de covid-19” y que apuesten por una acción transformadora en todos los sectores. Desde la energía y el transporte hasta los sistemas de alimentación y las finanzas.

En su informe, la OMS realiza recomendaciones que destacan “la urgente necesidad y las numerosas oportunidades para que los gobiernos prioricen la salud y la equidad en el ámbito internacional sobre el cambio climático y la agenda de desarrollo sostenible”. La primera recomendación se centra en el compromiso por una recuperación verde y sostenible tras la pandemia de covid-19. Un compromiso que pasaría por alinear los objetivos climáticos y sanitarios, poner fin a todos los subsidios a los combustibles fósiles, apostar a las energías renovables y garantizar el acceso para toda la población, incluir la perspectiva sanitaria en todas las políticas públicas, estar prevenidos para la próxima pandemia y garantizar el acceso a la vacunación de toda la población mundial.

Paralelamente, en una carta abierta enviada a 197 líderes mundiales por 400 organizaciones que representan a 45 millones de trabajadores sanitarios, estos reclamaron “colocar la salud y la justicia social en el centro de las conversaciones sobre el clima de la ONU”. Esta es otra de las recomendaciones realizadas en el informe de la OMS, que pide respetar el compromiso de no superar los 1,5º de calentamiento global, una barrera que, según un informe de la ONU, se superará ampliamente y llegará, al menos, a los 2,7º para finales de este siglo.

En la carta, los trabajadores de la salud señalan que “aquellas personas y naciones que más se beneficiaron de las actividades que causaron la crisis climática, principalmente la extracción y el uso de combustibles fósiles, tienen la responsabilidad de hacer todo lo posible para ayudar a quienes ahora están en mayor riesgo”. El director de la OMS, el etíope Tedros Adhanom Ghebreyesus, también hizo hincapié en la pobreza como factor clave de desigualdad ante la crisis climática. “El cambio climático afecta a todos los países, pero afecta más a las poblaciones de ingresos bajos y medios. Cualquier retraso en actuar frente a esta amenaza para la salud mundial afectará de manera desproporcionada a los más desfavorecidos del mundo”, expresó el jerarca africano. Por eso, desde la OMS se exige también que se amplíe la financiación para que los países más vulnerables puedan abordar la crisis climática y sanitaria.