Una vez más, los conservadores británicos miran a su interna en busca de un primer ministro, luego de que Liz Truss, que asumió como jefa de gobierno el 6 de setiembre, presentara este jueves su renuncia y se convirtiera en la persona que ocupó por menor tiempo ese cargo en la historia de Reino Unido.

Truss llegó al gobierno 45 días antes con promesas de recortar impuestos para reactivar la economía británica. Decidió dejar sin efecto un aumento en el impuesto a la renta y recortó la carga impositiva de las grandes fortunas, pero el resultado no fue el prometido. Su plan fiscal llevó a que la libra esterlina cayera frente al dólar y a que aumentara el costo de la deuda británica, y forzó al Banco de Inglaterra a intervenir con una compra de bonos de emergencia para evitar que quebraran fondos de pensiones, señaló la agencia Efe.

Sin embargo, su decisión de dar marcha atrás con el plan aumentó la inestabilidad y también la crisis política que la rodeaba. Según informó la BBC, el giro de Truss hizo que la libra cayera todavía más y alcanzara el mínimo valor frente al dólar en 37 años, al tiempo que sus aliados políticos cuestionaban el rumbo de su administración.

Para cambiar la política económica, además, Truss tomó la decisión de apartar del cargo de ministro de Finanzas a su aliado político, Kwasi Kwarteng, quien el 25 de setiembre había anunciado el recorte de impuestos por 45.000 millones de libras. Ese recorte beneficiaba en particular a quienes ganaban más de 150.000 libras al año, y fue criticado dentro y fuera del país. El Fondo Monetario Internacional cuestionó que se redujeran los impuestos en un contexto de crisis económica.

Después de la salida de Kwarteng, renunció otra aliada de Truss, la ministra del Interior, Suella Braverman, por haber roto una norma al enviar un documento oficial desde su cuenta personal. “El acto de gobernar tiene que llevarse a cabo por parte de personas que aceptan la responsabilidad por sus errores. Pretender que no ha habido equivocaciones, seguir adelante como si nadie hubiera visto que las hemos cometido y esperar que las cosas se arreglen por arte de magia no es serio en política”, afirmó Braverman, en momentos en que crecían las presiones dentro del gobernante Partido Conservador para que Truss abandonara su cargo.

Otra señal de crisis en el liderazgo de Truss fue la decisión de sustituir a su aliada Braverman por Grant Shapps, uno de los conservadores más críticos con la reforma fiscal de la primera ministra.

Este jueves el presidente del comité que reúne a los diputados conservadores sin cartera, Graham Brady, fue a Downing Street, la sede del gobierno, y le transmitió a Truss que había perdido el apoyo de su partido. El número de diputados que pedía su dimisión había aumentado en las últimas horas.

Poco después, la primera ministra anunció su renuncia como líder del Partido Conservador y afirmó que dejará la jefatura de gobierno cuando se elija a su sucesor. “Reconozco que, dada la situación, no puedo cumplir el mandato para el que fui elegida por el Partido Conservador. He hablado con su majestad el rey para decirle que renuncio como líder del Partido Conservador”, dijo, en un breve mensaje.

Truss se refirió al “momento de gran inestabilidad económica e internacional” en la que llegó al cargo y agregó: “Hemos ofrecido resultados en las facturas energéticas y rebajado la cotización social. Hemos planteado una visión para la economía de baja fiscalidad y alto crecimiento que aprovecharía las libertades del brexit”. Pero reconoció que en la situación actual no podría cumplir sus objetivos. Este jueves, al conocerse su salida, la libra se apreció frente al dólar.

Viejos candidatos

La primera ministra dijo también que luego de reunirse con Brady ambos estuvieron de acuerdo en que la elección interna para nombrar a un sucesor se debe celebrar “la semana próxima”. El jueves mismo se abrió el plazo para presentar candidaturas a liderar el Partido Conservador y el gobierno británico, y habrá tiempo hasta el lunes para inscribirlas.

En caso de que una de las candidaturas supere los 100 apoyos entre los 357 diputados conservadores, el mismo lunes se conocerá quién ocupará los cargos que deja Truss. Si hubiera más de una candidatura en disputa, las bases del partido votarán al nuevo líder por internet, y el resultado se conocerá a más tardar el viernes de la semana próxima.

Entre los postulantes a suceder a Truss, sonaba este jueves el nombre del exprimer ministro Boris Johnson, así como el de la diputada Penny Mordaunt, competidora de Truss en las primarias. Pero el favorito para el cargo vuelve a ser Rishi Sunak, que también compitió en esa elección y advirtió por entonces que los recortes de impuestos que planeaba la dirigente provocarían una crisis financiera.

Mientras tanto, el líder del Partido Laborista, Keir Starmer, así como figuras del Partido Liberal Demócrata y el Partido Nacional Escocés reclaman que se convoque a elecciones anticipadas.