Está previsto que este martes la bancada del Partido de los Trabajadores (PT) anuncie oficialmente el apoyo a la reelección de Arthur Lira, integrante del derechista Partido Progresistas, al frente de la Cámara de Diputados. Según estimaciones publicadas por el diario Estadão, la reelección de Lira está prácticamente definida, debido a que tiene el apoyo de partidos que cuentan con más 400 de los 513 diputados que integran el órgano legislativo.
Lira únicamente podría tener la competencia de candidatos que quieran posicionarse y que no representen una amenaza para su reelección, como los diputados del izquierdista Partido Socialismo y Libertad (PSOL) y los liberales de Novo. Incluso entre los declarados rivales de Lira en el Congreso hay plena conciencia de que la reelección es un hecho.
El apoyo del PT a Lira se había estado articulando desde hace al menos dos semanas, pero hubo algunos obstáculos, en particular relacionados con la disputa por la jefatura de las comisiones dentro del Congreso.
De acuerdo a lo que informó Folha de São Paulo, un tema que había generado cierta resistencia fue la proximidad que Lira ha tenido con el Partido Liberal (PL), del actual presidente Jair Bolsonaro. De hecho, Lira ya había hecho promesas de cargos al PL y también a otra coalición derechista, Unión Brasil. Según los acuerdos, los dos partidos se alternarían en la presidencia de la CCJ (Comisión de Constitución y Justicia) en los próximos dos años, algo que ahora parece estar en duda.
Este lunes el diputado José Guimarães, representante del PT por el estado de Ceará, afirmó que el apoyo del partido del presidente electo Luiz Inácio Lula da Silva a Lira “ya es explícito”. “Probablemente mañana [se hará el anuncio]. La gobernabilidad es el interés del gobierno”, expresó el legislador.
La expectativa del PT es poder captar el apoyo legislativo del centroderechista Partido Social Democrático y también del Movimiento Democrático Brasileño, el sector que tuvo como candidata a la presidencia a Simone Tebet, quien seguramente ocupará un cargo ministerial en el próximo gobierno que entrará en funciones el 1º de enero del año que viene. De esta forma, sería posible negociar posiciones en la junta directiva y espacios en comisiones importantes, incluida la propia CCJ.