El mes que está transcurriendo será de alta intensidad política en Brasil, porque hasta el 1º de abril está abierta la posibilidad para que los candidatos que pretendan participar en las elecciones del 1º de octubre se inscriban en un partido, si es que aún no lo están.

Luego de la pausa impuesta por la semana de carnaval, en la que los movimientos dentro del país fueron escasos, los sectores políticos retomarán sus dinámicas habituales apuntando a las elecciones de octubre, en las que, además de presidente y vicepresidente, los ciudadanos elegirán a los gobernadores y renovarán un tercio del Senado, la totalidad de la Cámara de Diputados y las asambleas legislativas de cada estado.

Una de las interrogantes más grandes que existen es a qué partido se afiliará Geraldo Alckmin, quien es el nombre que se maneja con más fuerza para acompañar la candidatura de Luiz Inácio Lula da Silva. Gobernador del estado de San Pablo durante cuatro períodos, Alckmin se desafilió en diciembre del centroderechista Partido de la Social Democracia Brasileña, tras más de 30 años de militancia en el sector. Dicho movimiento fue interpretado como una señal clara de que el dirigente había tomado la decisión de ser el candidato a vice de Lula, quien en numerosas ocasiones elogió a quien fue su rival en las elecciones de 2006, en las que el líder del Partido de los Trabajadores (PT) ganó su segundo mandato. Lo más probable es que Alckmin decida ir hacia el Partido Socialista Brasileño (PSB), aunque también recibió invitaciones de otros dos sectores aliados del PT: el Partido Verde y Solidaridad, de acuerdo a lo que informó el portal Carta Capital.

Este mes también se realizará el lanzamiento oficial de la candidatura de Lula; la fecha exacta se decidirá en una reunión de la dirección nacional del PT que se realizará el lunes 14. La semana pasada Lula estuvo de visita en México y desde allí anunció que será candidato presidencial, y además dijo que a su regreso a Brasil comenzaría a realizar actividades en el marco del inicio de su campaña.

Este martes el exmandatario participará en un acto por el Día Internacional de la Mujer, y el viernes estará en una movilización del Movimiento sin Tierra. En un ámbito en el que se prevé una extrema polarización y una durísima confrontación previa a las elecciones, el tema de la seguridad no es menor y es por esa razón que Lula trasladó su lugar de residencia desde la ciudad de São Bernardo do Campo a la capital paulista.

Pero marzo también será un mes de decisiones importantes para el oficialismo. El presidente Jair Bolsonaro, del Partido Liberal, quiere que su candidato a vicepresidente sea el actual ministro de Defensa, el general Walter Braga Netto, quien no pertenece a ningún sector y deberá afiliarse a uno, además de dejar la cartera, si pretende acompañar al mandatario en su intento de ser reelecto. Una situación similar se da con el actual gobernador de San Pablo, João Doria, que debería renunciar al cargo si es que quiere ser candidato presidencial del sector en octubre, aunque todas las encuestas muestran que la polarización entre Lula y Bolsonaro dejarían muy atrás a Doria.

En el PT tienen claro que la ventaja que les dan los sondeos de cara a octubre es importante, pero saben que no pueden descansarse. En ese sentido, la presidenta del partido, la diputada Gleisi Hoffmann, dijo en una entrevista con Folha de São Paulo que “no subestimamos la maquinaria administrativa”, y agregó que “Bolsonaro todavía puede subir en las encuestas” y “las elecciones van a ser duras”.